Violeta
Yangüela
El
presidente Donald Trump ha anunciado el traslado de la Embajada de los Estados
Unidos en Israel desde Tel Aviv a su capital Jerusalén. Bill Clinton y George
Bush habían prometido lo mismo.
La
decisión del presidente Trump irrumpe en la aldea global argumentado que ese
traslado provocaría dificultades para el
proceso de paz entre los judíos y palestinos y por supuesto la condena de los países árabes. Hamas afirma que
ese traslado significaría “cruzar todas las líneas rojas” y advierte de los “peligros
que desencadenaría la decisión”.
¿Cuál
proceso de paz?
En
1955 el Congreso de Estados Unidos aprobó una ley con el apoyo de 93 votos en
el Senado y 374 congresistas en la que reconoce a Jerusalén como capital del
Estado de Israel y establece el traslado de su Embajada a Jerusalén.
El
Jerusalem Embassy Relocation Act de Octubre
de 1995 establece un plazo a más tardar de 1999 para el traslado. Sin embargo, también establece que el
Presidente puede, si es necesario, suspender el traslado por seis meses para
proteger la seguridad nacional de Estados Unidos y deberá ratificar la
suspensión cada seis meses.
Desde
la aprobación de la ley, Bill Clinton, George Bush y Barack Obama han firmado
la suspensión. En diciembre del 2016
Barack Hussein Obama firmó su última
suspensión por lo que Donald Trump
deberá esperar que se cumplan los seis meses previstos en la ley.
Israel
es el único país del mundo en el que la
representación diplomática no tiene ninguna embajada en su capital.
Algunos
explican el conflicto con la creación en 1948 del Estado de Israel y con la
negativa de los países musulmanes de reconocerlo, que aún sigue vigente, con
algunas excepciones.
Otros
explican la razón por lo que los musulmanes tienen a Jerusalén como ciudad
sagrada con argumentos
históricos-religiosos.
Cuenta
la historia que el primer edificio construido por el Islam fue la Cúpula de la
Roca en Jerusalén por el califa Al Malik en el 691. Es desde ese lugar que se realiza la subida
al cielo del Profeta Mahoma lo que se conoce en el Islam como el Viaje Nocturno
del Profeta y refrendado por el Corán. (Se supone y así se relata, que el traslado se efectuó en una especie de
rayo milagroso).
Dice
el Corán: “Loado sea quien hizo viajar a su siervo, por la noche, de la
Mezquita Sagrada hasta la Mezquita más remota, aquella a la que hemos bendecido
su alrededor, para ver parte de nuestras
aleyas”. (17-1)
¿Y
no se supone que los lugares sagrados del Islam están en la Meca y Medina en Arabia Saudita?
Con
esa carga en el camino, ¿podrá Donald Trump trasladar su embajada a Jerusalén?
v.yanguela@codetel.net.do