lunes, 21 de febrero de 2011

¿CUÁL DE LAS TRES?


Violeta Yangüela

¿Militarismo, islamismo o proceso de democratización? Parecerían ser las interrogantes de la explosión de los egipcios.

Junto a la fragmentación política del Califato único del Islam, la fragmentación religiosa de los chiitas por el conflicto de poder de la herencia del sexto Imán, Ja´far al Sadiq, produce la división entre sus dos hijos, Ismael y Musa. Los seguidores de Ismael, identificados como fatimíes conquistan Egipto en el 969 y reinan por 200 años.

En l074 el Califa pierde su poder a manos de un gobernador militar que se instala en el poder con el control de las tres ramas de gobierno: el control militar, el control religioso y el control burocrático. La declinación del liderazgo político y religioso de los fatimíes llegó a su final con Saladin que transforma la identidad chiita de Egipto y la integra a la comunidad sunita del Islam. La tradición militar seguiría con el surgimiento más tarde del Imperio Otomano.

En la modernidad del Siglo XX y en medio de la Guerra Fría, llegó Gamal Abdel Nasser. Cargado con su ropaje militar y también con el intento de recuperar el liderazgo islámico de sus ancestros con la creación de lo que se llamó el panarabismo, nacionalismo socialista árabe, conformando una sola nación que unificara la comunidad islámica. Su fracaso de unidad política del Islam se vería compensado con su participación como fundador de la Organización de Países No Alienados.

A dos décadas de la caída del muro de Berlín, a una década de las guerras del golfo, las dictaduras de la región, militares, monárquicas o divinas se enfrentan a la amenaza de un “virus” de protestas de los ciudadanos.

Ante las protestas la comunidad internacional se encuentra entre la amenaza de un proceso de islamización, la incertidumbre de un proceso militar y el deseo que se produzca un proceso de democratización.

Para el Ayatola Ali Jamenei, cabeza del régimen iraní, las protestas son “una señal del despertar islámico” al comparar la situación actual con el triunfo de la revolución iraní en 1979 y acusa al occidente de establecer sistemas corruptos en Oriente Medio instalando líderes serviles.

Dice el presidente de Estados Unidos, Barack Obama que “el pueblo de Egipto tiene derechos que son universales. Esto incluye el derecho a reunirse pacíficamente y el derecho de asociación, el derecho a la libertad de expresión y la capacidad de determinar su propio destino. Son derechos universales. Y los Estados Unidos los defenderán en todo el mundo”.
¿Cuál de las tres? ¿Recuperará a Egipto la rama chiita del Islam (los Hermanos Musulmanes pertenecen al chiismo), seguirá la tradición militar o es el comienzo de un proceso de democratización?
Está por verse.

Nota al margen: Es curioso que la plaza de la protesta lleve el nombre de Tahir. ¿Homenaje al fundador de la dinastía chiita del Irán Tahir al Mamun?

v.yanguela@codetel.net.do












domingo, 20 de febrero de 2011

LOS DOS LADOS


Violeta Yangüela

¿Cómo se ven los dos lados?

Pew Research Center, una organización que al decir de su presidente se define como una institución que presenta datos e información y no opinión (is more a fact tank than a think tank) por lo que no hace recomendaciones de políticas públicas, realizó en el 2006 una investigación para examinar las dos visiones de occidente y de los musulmanes, el cómo se ven el uno con respecto al otro.

En algunos de los hallazgos, el 70% de los alemanes y 55% de los estadounidenses están convencidos de que la relación entre musulmanes y occidentales es mala, para los turcos el 54% y para los egipcios el 58%. Para los musulmanes, la culpa es de los occidentales y para éstos los musulmanes son los culpables.

Los occidentales ven a los musulmanes como fanáticos, violentos e intolerantes y los musulmanes ven a los occidentales egoístas, inmorales, avaros y también violentos y fanáticos.

El 66% de los jordanos y el 59% de los egipcios entienden que la culpa de que sus países no sean mas prósperos es de Estados Unidos y los occidentales entienden que los gobiernos, la corrupción y el fundamentalismo islámico son las causas del problema.

Los occidentales son escépticos de los valores de los musulmanes, entienden que existe un conflicto entre el Islam y la modernidad y pesimistas de la posibilidad de un sistema democrático en los países musulmanes.

En una investigación realizada por Pew en el 2010, en siete países islámicos, (Indonesia, Nigeria, Líbano Jordania, Egipto, Pakistán y Turquía), un 31% de los musulmanes en Egipto y un 20% de los jordanos entienden que existe conflicto entre la modernización y los fundamentalistas. En los demás países el porcentaje sobrepasa el 40%.

En esa misma investigación la mayoría en Egipto, Jordania, Pakistán y Nigeria favorece la inclusión en la ley de sus países de la lapidación a los que comenten adulterio, el corte de manos para los ladrones y la pena de muerte a los que abandonan el Islam. Egipto y Pakistán con un 82%, Jordania con un 70% y Nigeria con un 56% apoyan la lapidación. Jordania con un 86% Egipto con 84%, Pakistán con 76% y Nigeria con 51% apoyan la pena de muerte a los que abandonan el Islam.

En el tema de las mujeres, Indonesia, Turquía y Líbano son opuestos a la separación de los sexos en el lugar del trabajo. Los otros cuatro países aprueban la separación en más de un 50%.
A pesar de esas variables escrutadas, que parecerían ser una contradicción con los valores del sistema democrático, al investigar la visión de democracia en los siete países, el apoyo es la mayoría. (Las negritas son mías).

Líbano que entiende que la democracia es preferible a cualquier otra forma de gobierno encabeza con el 81%. Solo Pakistán se encuentra por debajo del porcentaje de un 60% de apoyo al sistema democrático de los siete países investigados.

¿Choque o Alianza de civilizaciones? Está por verse.

v.yanguela@codetel.net.do