Violeta
Yangüela
El
enemigo de mi enemigo es mi amigo. Dicen
que es un proverbio árabe. Sin ninguna
duda que en la actualidad ese proverbio se hace realidad en los acontecimientos
en el mundo musulmán y mas allá.
El
conflicto en Siria para sacar del poder a la dinastía Al Assad cuenta con 200
mil muertos, cinco millones de refugiados y otros
millones de desplazados. En medio del
conflicto surge el Estado Islámico, una
división dentro de las filas de Al Qaeda, que ha ocasionado que Al Assad ya no sea el objetivo a
destronar, ha sustituido la franquicia de Al Qaeda en Siria y prácticamente
silenciado a lo que se llamó el Ejercito Libre Sirio.
Ahora
surge una alianza sunita de países musulmanes, Arabia Saudita Jordania,
Bahrein, Catar y Emiratos con Estados
Unidos para, en palabras de Barack Obama, “sacar firme e implacable al Estado Islámico
de donde esté”. Bashar Al Assad le da la
bienvenida.
Esta
alianza se convierte en un rompecabezas.
Por
un lado parecería que ahora USA y Al Qaeda comparten intereses. El Estado Islámico
es producto de una división de Al Qaeda y sus franquicias en diferentes
lugares se están uniendo al Califato.
Los
que no apoyaron el golpe militar en Egipto, Estados Unidos, Catar y Turquía se alían. Turquía con el argumento de no participar en
el apoyo a los bombardeos (entiéndase que no es una guerra) por los secuestros de
ciudadanos turcos en Irak por el Califato, tiene a millones de kurdos en su territorio y en su vecindario. Y resulta que el conflicto kurdo con Turquía
lleva años en la lucha de los kurdos por lograr un estado-nación y son precisamente
los kurdos de Irak los que se han enfrentado a los yihadistas del Estado Islámico
por lo que se han convertido en el aliado confiable. ¿Ganancia para sus
aspiraciones y amenaza para Turquía de fragmentación territorial? ¿Kurdistán
iraquí-turco?
Arabia
Saudita en la que apuntan manos, lapidan, cortan cabezas, no permiten otra
religión, las mujeres están para el uso de los varones, con una policía de la
“virtud” (al parecer no mucha diferencia con el Estado Islámico) se integra
a la alianza. Es que parecería que la
unión de AL Qaeda de la Península Arábiga al Estado Islámico y la creación de un
Califato que borra las fronteras
del siglo XX es una inquietante amenaza para los sauditas.
Irán
teme lo que puedan significar los
sunitas del Califato para sus aliados chiitas en Irak y Siria, que podría
implicar perdida de su influencia. Parecería que los eternos adversarios, Irán
y Arabia Saudita, ahora comparten intereses. ¿Negociación nuclear a cambio de
su participación?
El golpe militar contra Mursi, ocasionó que el Gobierno de Obama congelara parte de su ayuda al Ejército
egipcio. Ahora le dice Obama a Al Sisi que Egipto es clave para la política de
Estados Unidos en Oriente Medio. Egipto se sumó a la alianza aunque sin especificar
cuál será su aportación concreta. ¿Se descongela la ayuda?
Por
el lado occidental el apoyo a la alianza para “degradar y en última instancia
destruir el Estado Islámico” palabras de Obama, es escaso. . Mientras, Irán y Rusia, los socios de Al Assad, hablan de violación de la soberanía
nacional siria y piden respeto a la
legislación internacional.
Parecería
difícil armar el rompecabezas.