Violeta
Yangüela
La
ciudad francesa de Cannes ha prohibido el “burkini” en sus playas validada en
nombre de la laicidad y el riesgo de que pueda provocar altercados. Luego de
esa prohibición, varias localidades se han sumado.
Agrega
el primer ministro francés, Manuel
Valls, que el bañador islámico,
que cubre todo el cuerpo y el cabello, “no es compatible con los valores de
Francia y de la República. Es la traducción de un proyecto de contra-sociedad,
fundado entre otros en el sometimiento de la mujer”. Afirma la presidenta del
Frente Nacional, Marine Le Pen, “esto es el alma de Francia que está en
cuestión. Francia no encierra el cuerpo de una mujer”. La ministra francesa Laurence Rossignol
afirma que el burkini es la versión del burka, es la misma lógica; esconder el
cuerpo de la mujeres para controlarlas”.
En Bélgica, el primer ministro Charles Michel
dice estar de acuerdo en debatir la prohibición del Burkini. Para el político,
“el uso del burkini es un símbolo de esclavitud”
Y
por supuesto la reacción hace su entrada triunfal.
La
Liga de Derechos Humanos ha recurrido a la ley ciudad por ciudad y el Colectivo Contra la Islamofobia (CCIF)
ha recurrido al Consejo de Estado luego de que un juez validara la prohibición
en Niza.
Dice
el presidente de la Liga “si por
desgracia el Consejo de Estado validara
la prohibición, quiere decir que cualquier alcalde puede establecer su código
de vestimenta en la playa”.
Se
agrega a la polémica las opiniones, artículos, editoriales de los medios
globales.
Dice
el New York Times que Francia ha
convertido el burkini en "la última amenaza a la seguridad" y compara
la vestimenta similar para cubrirse de la lluvia o del sol que también cubre el
cuerpo y la cabeza lo que agrega hipocresía
al debate. Agrega que es una distracción de los problemas franceses que no han
podido resolver. Desempleo, deslucido crecimiento económico y la amenaza del
terrorismo.
El
argumento para los que entienden que el burkini es tan solo una vestimenta más,
una opción que debemos respetar, se fundamenta en la libre decisión de las
musulmanas y de su cultura.
¿Libre
decisión de las musulmanas? ¿Cuál libertad? ¿La de su atuendo o las de sus
derechos? El burkini es el símbolo de sumisión de las mujeres practicado por el
Islam.
¿Respeta
el Islam la libre decisión de las mujeres del mundo no islámico de su
vestimenta y de sus derechos?
¿Dónde están las feministas? Por casualidad, ¿estarán protestando en
bikinis en las playas de Arabia Saudita?
v.yanguela@codetel.net.do