domingo, 24 de octubre de 2010

LA MISMA PELÍCULA



Violeta Yangüela

Su título es La Revolución Ciudadana y el actor principal es el presidente de Ecuador, Rafael Correa.

Comienza con una protesta policial y como el presidente Correa es un buen dialogante, se dirige al lugar de la protesta y recibe de los policías sublevados la misma medicina que se acostumbra aplicar a las protestas de los no policías por estos lares. Los policías en rebelión reaccionan con el uso de gases lacrimógenos y la quema de neumáticos y Rafael Correa es sacado del lugar del caos e internado en el hospital.

Retenido por horas en la sede hospitalaria, en medio de una balacera de uno y otro bando, Correa es “salvado”. Impecable, en saco y corbata aparece en el balcón del Palacio Presidencial. Por supuesto, el mundo mundial pudo ver el rodaje a través de la televisión global con todos los actores secundarios de la película.

En febrero de 1997 Abdala Bucarán, presidente de Ecuador, fue destituido por el Congreso Nacional debido a “incapacidad mental”. Por supuesto, previo a la decisión del Congreso las calles se convirtieron en el escenario de la protesta que da lugar a la destitución. Le sucede en el cargo el presidente del Congreso Nacional, Fabián Alarcón Rivera hasta la celebración de nuevas elecciones en la que Jamil Mahuad obtiene el 51% de los votos. La vicepresidente, constitucionalmente sustituta del presidente, es dejada de lado en la nominación.

En el 2000 Lucio Gutiérrez, militar con grado de Coronel, protagoniza el golpe de Estado apoyado mayormente por indígenas y militares, emerge al frente de una Junta de Gobierno de Salvación Nacional que en cuestión de horas da paso a un triunvirato que declara cesante al presidente constitucional Jamil Mahuad e instaura al vicepresidente Gustavo Noboa como presidente constitucional hasta enero del 2003.

Lucio Gutiérrez gana las elecciones realizadas a finales del 2002 y en el 2005 el movimiento civil, luego respaldado por las fuerzas militares, la Rebelión de los Forajidos, es el escenario previo para que el Congreso Nacional destituyera a Gutiérrez. La sede donde se había reunido el Congreso Nacional es atacada por los manifestantes permaneciendo el vicepresidente Alfredo Palacios “retenido” por varias horas hasta que las fuerzas militares intervienen y es “salvado” y posesionado de su cargo en el Ministerio de Defensa. Palacios asume el cargo de presidente hasta cumplir el mandato presidencial. Rafael Correa es nombrado Ministro de Economía. A los pocos meses renuncia para optar por la presidencia en las nuevas elecciones. Es electo presidente del Ecuador.

Ahora, al ritmo de la canción de los Beatles Hey Jude, los disturbios, mejor dicho la sublevación de los policías, es convertida en un video musical.

Por casualidad, ¿recuerdan el disco grabado por Bucarán con los Iracundos?

¿Cómo es que le llaman a las películas que se vuelven a producir? ¿Remake?

v.yanguela@codetel.net.do














sábado, 23 de octubre de 2010

BICENTENARIO



Violeta Yangüela

Cuenta la historia que a la llegada de los españoles a la Hispaniola la isla se encontraba territorialmente dividida en cinco Cacicazgos. Guacaganarí, jefe del cacicazgo de Marién, acepta la alianza con los españoles a cambio de espejitos por oro. ¿Se imaginan lo que sería para un originario mirarse en un espejo? Un español de hoy diría ¡alucínate!

Sin embargo, la visión histórica de este acto, que hoy se podría llamar como el primer intercambio comercial entre la futura colonia y el imperio, ha sido narrada por los historiadores dominicanos como el intercambio del engaño.

Los textos de José Gabriel García y Bernardo Pichardo dominaron la enseñanza histórica del siglo pasado, sustituidos por Frank Moya Pons y Roberto Cassá, que mantienen la visión del intercambio engañoso. Cassá, afirma que esa alianza de Guacaganarí “fue aceptada a causa de las contradicciones que tenía con otros caciques, principalmente con Caonabo, las cuales habían dado lugar a pequeñas guerras culminado con el asalto a su aldea y la sustracción de algunas riquezas y algunas de sus esposas”.

¿Pequeñas guerras? Si esas eran pequeñas, ¿cuáles serían las grandes?

Argumenta que fue un acto inocente sin imaginarse las terroríficas consecuencias que traería la presencia de los españoles. La vanidad de los caciques, principalmente de Guacaganarí, los llevaba a ampliar sus relaciones con individuos tan importantes que evidentemente podrían defenderlos de los enemigos caribes que poblaban las Antillas menores”.

¿Cómo es? ¿Acto inocente o un acto inteligente en la defensa y protección de los asaltos de Canoabo y de los enemigos Caribes? ¿Vanidad de Guacanagarí?

Frank Moya Pons cita una carta del Almirante a “su amigo” Luis de Santágel en la que describe a los caribes como “muy feroces, comen carne humana, corren todas las islas en canoas, roban cuanto pueden”.

¿Traición, engaño o defensa?

A más de quinientos años parecería ser que esos espejitos y el “síndrome Guacagaraní” dominan el pensamiento dominicano y un poco más allá.

En la celebración del Bicentenario del inicio de las independencias iberoamericanas, el mito de los espejitos sigue siendo el eje central del pensamiento de los conquistados. Desde la celebración de los 500 años del descubrimiento el lenguaje políticamente correcto hizo su entrada triunfal. Ahora se llamaría El Encuentro de dos Culturas.

El teniente coronel de Venezuela decretó, luego sancionado por la Asamblea Nacional, que el 12 de octubre sería el Día de la Resistencia Indígena. En sus palabras, ese día se inició el genocidio más grande que jamás haya conocido la humanidad.

! Qué casualidad! Habla español y su apellido es Chávez.

v.yanguela@codetel.net.do



martes, 12 de octubre de 2010

LA FIESTA DEL TÉ



Violeta Yangüela

Es que “party” también se traduce al lenguaje de Cervantes como fiesta, reunión o si quiere en buen dominicano como “bonche”, pero el party del té que se celebra en la actualidad en Estados Unidos tiene la connotación de un grupo que se reúne para un propósito especial, y en ésta ocasión no es para celebrar sino para protestar.

En 1770 un nuevo gobierno inglés decide eliminar los impuestos establecidos por el gobierno anterior con excepción del impuesto al té. El impuesto debía ser pagado a la entrada en Boston. El movimiento del Boston Tea Party protesta la decisión del Imperio tirando al mar 342 cajas de té lo que significó un factor importante en el proceso de la independencia de las 13 colonias de lo que luego sería la creación de la República de los Estados Unidos.

Hoy con el nombre del Tea Party los ciudadanos estadounidenses expresan su desaprobación a las políticas económicas y sociales del presidente demócrata Barack Obama, entre las cuales se especifican el aumento de la deuda pública, el desempleo, el gasto público, la intervención del Estado en lo personal y en lo económico, y el nuevo modelo de medicina social. Parecería que el Tea Party tiene el temor de la pérdida del poder de Estados Unidos y de que Barack Obama está montado en la ola de ese desmoronamiento.

El próximo noviembre se celebran elecciones legislativas y en las primarias para escoger los candidatos del Partido Republicano los ganadores son lo que son apoyados por el Tea Party.
Sin ser un partido político el movimiento ciudadano es satanizado por opositores por los principios que sustentan y calificados como racistas, de ultra derecha y cuantos epítetos se puedan permitir para lograr la disminución no sólo de su imagen sino de su influencia electoral.

La comunidad mundial “progresista” también arremete en los medios al decir que “la victoria de los extremistas en Estados Unidos convierte las elecciones legislativas de noviembre en una lucha entre la civilización y la caverna, de que el Tea Party amenaza con canibalizar el Partido Republicano y alterar el mapa político de los Estados Unidos”.

O sea que los progresistas son los civilizados y los conservadores son caníbales.

Sin duda que el Tea Party se ha convertido en una fuerza electoral amenazante para ambos partidos. Por un lado, a los republicanos porque les recuerda los principios por los cuales supuestamente se definen y por la movilización electoral de los ciudadanos que parecería no ha podido lograr el Partido.

Por el lado del Partido Demócrata, también es una amenaza por la posibilidad de la pérdida en las próximas elecciones legislativas de la mayoría de los demócratas en el Congreso lo que impediría al presidente Barack Obama aprobar con facilidad las leyes de su agenda política, económica y social. No es casual que el presidente Obama emprenda una campaña electoral con vistas a la contienda de noviembre en apoyo a los candidatos de su Partido.

En definitiva, se enfrentan dos valores: los que creen en la capacidad del individuo para lograr sus sueños y sus ambiciones personales frente a los del colectivismo que entienden que el Estado debe servir de propulsor y distribuidor de esos sueños y ambiciones.

Está por verse.

v.yanguela@codetel.net.do