En tiempos de vacas flacas, se busca el punto
trascendente que sea capaz de impedir la
abrupta y rápida caída del crecimiento.
Estos al parecer son tiempos de crisis y todos tratan de buscar soluciones.
Unos ponen inyecciones. O mejor dicho, políticas públicas de crecimiento. Otros
intentan “apretarse el cinturón”, le llaman austeridad. Otros conforman grupos
para juntos intentar la búsqueda del
punto final. Esos son los numerosísimos “G”.
Así, el G-7 que en principio fueron siete, pero
después le agregaron un más 8, luego le quitaron el más 8 y se convirtió en
G-8. (Ese 8 es Rusia después de Kosovo). El G-20 que ahora se junta con el G de Río para
la cumbre Rio+20 sobre desarrollo sostenible,
considerada una oportunidad histórica para impulsar un acuerdo mundial que
frene la degradación ambiental del planeta y combata la pobreza. Un total de 86
jefes de Estado y de Gobierno participarán en la cumbre. ¿Ese combate es frente
a frente, drones o misiles?
Previo al get together de los 20 más
los de Rio, los 20 se han reunido en México y por supuesto no ha faltado la Declaración
ni tampoco la foto de familia.
En su declaración de 85 artículos
se establecen nueve temas en los cuales los miembros del grupo, se supone, se comprometen
a cumplir. Estabilidad económica, empleo
y protección social, comercio, fortalecimiento de la arquitectura financiera
internacional, reforma del sector financiero, seguridad alimentaria y
volativilidad de los precios, los retos del desarrollo, el desarrollo
sostenible, por supuesto con “el verde incluido” y el combate a la corrupción.
¿El candado después que le roban?
¿Con cuál candado?
Dice un refrán que “aquellos polvos
traen estos lodos”.
Es muy sencillo. Para poder ingresar a lo que
llaman la Zona Euro, se requería que el déficit fiscal del país no fuese superior
al 3% del PBI, lo que impidió a Grecia la entrada en el primer grupo. A propósito, ese G no le han puesto número y
el problema es penetrar porque después
que se entra, para salir el problema se agranda. ¡Pregúntele a Grecia! El nuevo gobierno de Grecia pide revisar el plan de austeridad sin poner en peligro la
pertenencia al euro.
En el
2001 Grecia es aceptada para entrar en el euro y así cambia su moneda ancestral
de la dracma por el euro. Pero resulta que había que encontrarle el punto que
resolvería el problema del déficit fiscal. Y por supuesto, la creatividad griega se hizo
presente.
En septiembre del 2006, Grecia incrementó el
tamaño de su PBI en un 25% con la inclusión de dos actividades: la prostitución
y el juego, probablemente los dos oficios más antiguos del mundo, y mediante ese sencillo procedimiento su deuda
pública pasó de ser el 107% de su PBI a ser un 87%. .
Pero bueno, y ¿quiénes fueron los que hicieron
los polvos?
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