Violeta
Yangüela
Hace
más de medio siglo el escritor venezolano Arturo Uslar Pietri escribió un artículo
titulado Sembrar el petróleo. Para el
escritor “la necesidad de invertir la riqueza producida por el sistema de la
mina, en crear riqueza agrícola, reproductiva y progresiva: sembrar el
petróleo”.
Evidentemente
que las palabras de Uslar Pietri no fueron tomadas en cuenta y el petróleo
venezolano se convirtió en la joya de la economía del país. En lenguaje
popular, la gallinita de los huevos de
oro.
En
1998 Venezuela producía 3.120.000 millones de barriles diarios. En el 2015
producía 2.4 millones y el pasado mes de abril ha disminuido a 830.000
millones. El petróleo significa más del 90% de las divisas para la importación
de los bienes que consume, alimentos incluidos.
La
sanción impuesta por Estados Unidos con la suspensión de las importaciones de
petróleo significa que el 40% del petróleo de Venezuela iba a Estados Unidos.
El resto a India y a China. Pero resulta que India ha decidido detener la
compra del crudo venezolano.
En
el 2005 el extinto teniente coronel de Venezuela crea Petrocaribe. Un acuerdo para facilitar la importación del
petróleo venezolano a países caribeños y por supuesto con el objetivo de crear una
alianza de apoyo al régimen de Hugo Chávez.
En
la actualidad, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y el
Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) informa que a finales
del 2015 los emigrados venezolanos se contaban en 695.000 y a mediados del 2019
llegan a cuatro millones. De acuerdo a los datos de Naciones Unidas, desde
noviembre del 2018 el número de migrantes ha aumentado en un millón de
personas.
Los
venezolanos huyen. Ha desaparecido la gallinita y también el pajarito, ya no se
le aparece a Maduro para dar las instrucciones.
Mientras
tanto, la comunidad internacional intenta crear un diálogo entre la oposición y
el gobierno de Nicolás Maduro con el objetivo de una salida democrática a la
crisis política, económica, social y humanitaria venezolana. El primer diálogo
en República Dominicana fue un fracaso.
Un
nuevo intento de diálogo se realiza en Noruega entre el gobierno y la oposición
con funcionarios del gobierno y representantes del presidente interino Juan
Guaidó. El encuentro finalizó sin acuerdo. Maduro insiste en el dialogo y
Guaidó asegura seguir en las calles.
La
cancillería noruega ha emitido una declaración y dice “las partes han mostrado
su disposición de avanzar en la búsqueda de una solución acordada y
constitucional para el país que incluye temas políticos, económicos y
electorales”.
¿Se
logrará una salida democrática a la crisis venezolana?
v.yanguela@codetel.net.do