lunes, 29 de abril de 2013

IBEROAMÉRICA

Violeta Yangüela
Decía la Dama de Inglaterra que Europa fue creada por la historia y Estados Unidos por la filosofía.  Posiblemente habría agregar que Iberoamérica fue creada por dictadores y caudillos.
 Después de la independencia de Estados Unidos y de la Revolución Francesa comienza el proceso de las independencias de las colonias iberoamericanas. En el caso de Estados Unidos, las trece colonias se sentaron, pensaron, debatieron, escribieron y crearon una República fundamentada en la libertad. Dice Niall Ferguson que Francia escogió a Rousseau y Estados Unidos a Locke.
Las colonias iberoamericanas, a pesar del sueño de Bolívar y su Gran Colombia, decidieron repartir la finca. Un pedazo para ti, otro para mí y así nacieron los estados naciones que hoy  conforman la otra América.
Así como en la Revolución Francesa sus dirigentes fueron guillotinados, en algunos casos, en Iberoamérica  los fundadores fueron “tragados” por el proceso y decidieron por el exilio. Más luego, sus restos habrían de ser traídos a sus naciones para colocarlos en su Panteón de la Patria.
Desde la Patagonia hasta México los caudillos o dictadores, cual caricaturas de los  monarcas del Imperio, conformaron una supuesta República en la que la voluntad del gobernante de turno dirigía todo el entramado de las supuestas instituciones de esas Repúblicas.  Los ejemplos no faltan, sobran.
Y llegó el Siglo XX. Iberoamérica no podía salir del juego. El mundo se dividió en  dos, el Este y el Oeste y comenzó otro juego. Por un lado hacen su aparición las guerrillas que aún quedan como nombre y no como propósitos. Unas guerrillas con marca y promovidas desde  el Este y por supuesto el otro lado tenía que actuar y las intervenciones del Imperio norteamericano también hacen su aparición en Iberoamérica.
Al parecer ese conflicto entre los imperios puso fin a las dictaduras que empiezan a caer cual fichas de dómino con la excepción de Cuba que aún permanece anclada en un comunismo desparecido del juego global. Comienza un proceso de democratización en el que los gobiernos cumplen con el requisito democrático de celebración de elecciones.
En la actualidad solo es el requisito que sirve para ganar elecciones una tras otra ejerciendo el poder para trastocar una y otra vez el papelito constitucional que le permite quedarse. Asunto de formas y por supuesto de caudillismo.  Otra vez, los ejemplos no faltan, sobran.
Parecería que Iberoamérica sigue anclada en la sangre del pasado, entre colonia, dictaduras y caudillismo que no le permite ver el futuro.
Dos botones: A la presidente de Argentina no le gusta la estatua del “invasor” Colón ubicada en la Plaza Cristóbal Colón  y ha ordenado eliminarla de su vista.  La estatua de 38 toneladas de mármol de Carrara será desmantelada y sustituida por una estatua de Juana Azurduy, guerrera contra las tropas del Imperio.  Nacida en lo que hoy es Bolivia, Evo Morales ha donado un millón de dólares para financiar la obra. ¡! Qué desperdicio!!  Juana es, por disposición de Cristina, general (¿no será generala?) post-mortem del ejército argentino.
La ministra venezolana de Asuntos Penitenciarios, Iris Varela, en respuesta a la protesta de los opositores  para reclamar un recuento de los votos de las recientes elecciones,  acusó al líder de la oposición Henrique Capriles de consumir estupefacientes y dijo que “tiene una celda preparada en la que purgará sus crímenes cometidos en la ola de violencia postelectoral porque es un fascista y un asesino”. ¿Ministerio de Asuntos Penitenciarios? ¿Democracia?


No hay comentarios:

Publicar un comentario