Violeta Yangüela
Para los pensadores Alvin y Heide Toffler la
humanidad se encuentra ante la presencia de una nueva civilización con
diferentes variables que la definen.
Afirman los pensadores que una de esas
variables es el cambio que se produce en el estado-nación que ha sido por los últimos siglos la unidad
del sistema global. Los procesos de
transformación o fragmentación entre regiones, sub-regiones y estados naciones
son una muestra de este cambio de la civilización. Se trata de la transición de un sistema
global basado en naciones, a otro basado en estados.
Aparte de
los tecno polos, las grandes
empresas multinacionales, las organizaciones no gubernamentales y las
religiones, que los Toffler definen como
jugadores claves en el sistema mundial del siglo XXI y dispuestos a ser
incluidos, la Declaración de las Naciones Unidas aprobada
por la Asamblea General el 13 de septiembre de 2007 sobre los derechos de los
pueblos indígenas, podría ser incluida en la lista de jugadores.
La Declaración contiene 46 artículos que
comienza con el ejercicio de sus
derechos, en particular la fundada en su origen o identidad indígena,
incluye sus propias instituciones,
lengua, salud, medicinas, territorios,
el derecho a la autonomía o al autogobierno en las cuestiones relacionadas con sus asuntos internos y
locales, de disponer de los medios para financiar sus funciones autonómicas
y el
derecho a la libre determinación. En la Constitución de Bolivia, vigente
desde el 7 de febrero de 2009, se reconocen 37 idiomas oficiales y declara en
su constitución que es un Estado plurinacional.
Sin
embargo, el Artículo 46 y último establece que esa Declaración no se entenderá
en el sentido que autoriza a fomentar acción alguna encaminada a quebrantar o
menoscabar, total o parcialmente la integridad territorial o la unidad política
de Estados soberanos e independientes. ¿Preventivo?
Esa declaración podría explicar los procesos separatistas de los países
del estado-nación de España, fundamentalmente de Cataluña y del Euskadi.
Primero su bandera, su escudo y su himno, segundo, el reconocimiento de su
identidad definida en sus estatutos de Comunidades Autónomas como vascos y
catalanes, tercero el uso de su lenguaje catalán y eusquera, cuarto, sus fuerzas
policiales Mosssos de’Esquadra y la
Ertzaintza y quinto, no necesariamente
el último, las diferencias del aporte al PBI al estado-nación de España, que en
ambos casos, sirve de argumento para
entender que subvencionan al resto de la nación española sin tener la
devolución proporcional a su aporte.
Parecería que los ricos también quieren
separarse.
Al momento de su nombramiento como secretario
de Estado estadounidense Warren Christopher advirtió que “si no hallamos algún
modo de que diferentes grupos étnicos puedan vivir juntos, tendremos cinco mil
naciones en vez del centenar largo que ahora tenemos”. En la actualidad, el
centenar largo de Christopher se acerca a las 200.
¿Naciones
dentro de un Estado o Estados
dentro de una Nación?
v.yanguela@codetel.net.do
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