Violeta
Yangüela
En
la campaña electoral para las elecciones presidenciales de los Estados Unidos,
el candidato demócrata Barack Hussein Obama decía que la política de su
antecesor explicaba los atentados terroristas de los musulmanes. En campaña electoral para su segundo período presidencial afirmaba
que el extremismo islámico estaba en declive.
En
la actualidad anuncia su campaña antiterrorista “en un esfuerzo para sacar
firme e implacable al Estado Islámico (EI) de donde esté, usando nuestro poder
aéreo y dando apoyo a nuestros socios sobre el terreno”.
Se
supone que en Siria los socios son los rebeldes
moderados a los cuales asesorará y armará sin contar con las Fuerzas Armadas del
régimen de Al Assad.
Afirma
Obama que el Estado Islámico es una
organización terrorista, pura y simplemente.
Estos terroristas son únicos en su brutalidad, masacran a todos los que
se interpongan en su camino, esclavizan, violan, obligan a las mujeres a
contraer matrimonio y amenazan masacrar a una minoría religiosa.
“Nuestro
objetivo es claro. Vamos a degradar y en última instancia destruir al EI a
través de una estrategia integral y sostenida lucha contra el terrorismo, incluyendo
contrarrestar su ideología retorcida”.
Agrega
el mandatario estadounidense que ninguna religión tolera la matanza a
inocentes. Parecería que el presidente Obama olvida que en el Islam una cosa es
ser inocente y otra cosa es ser infiel.
No
se trata de una guerra, que no, que es
una operación contra el terrorismo. Días
antes había calificado al EI como un
“grupo de aficionados”, ahora es una
amenaza, única en brutalidad.
Dice
el primer ministro inglés David Cameron, en consonancia con Obama, que “son monstruos,
no musulmanes” por lo que el Estado Islámico, no es islámico.
Resulta
ser que el Estado Islámico se fundamenta en el Islam y sus acciones están
legitimadas en el Sagrado Corán y por una mayoría de las autoridades religiosas
del Islam. Dice Ahmad Samih Khaladi, académico de St. Anthony College, Oxford:
“el conflicto actual está en elementos que no tienen nada de la presente lucha
entre “moderados y extremistas”, la verdad es que no hay terroristas
moderados en el mundo árabe. Los
moderados genuinos no toman las armas y aquellos que lo hacen no son
moderados”.
Parecería
ser que la operación contra el terrorismo no está incluida en los apellidos que
clasifican a las diferentes guerras. Las
guerras de valores, la guerra justa, la guerra humanitaria, la de legítima defensa, y las guerras
legitimadas por Naciones Unidas.
También parecería ser
que los islámicos que hacen la guerra terrorista no son islámicos. Y los moderados que hacen la guerra en Siria, ¿son
islámicos?
Si
no es una guerra, ¿cuáles serán los instrumentos quirúrgicos a utilizar en la
operación contra el terrorismo? ¿Cooperación
y diálogo?
¡Las
magias de las palabras!!
v.yanguela@codetel.net.do
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