lunes, 16 de febrero de 2015

EL OTRO JEQUE


Violeta Yangüela
En el Desayuno Nacional de Oración celebrado anualmente en Estados Unidos, el presidente Obama se refirió a la guerra en Siria y el Estado Islámico.  Dice el presidente Barack Hussein que la violencia en nombre de la fe no es algo único de un grupo o religión.
“Recordemos que durante las cruzadas y la inquisición, la gente cometió terribles hechos en nombre de Cristo.  En nuestro país la esclavitud y la segregación racial también fueron con frecuencia justificados en nombre de Cristo”.
¿Una justificación de los hechos actuales argumentada en la historia?
Ejerciendo no se sabe si de filósofo,  jeque, imán, psicólogo o historiador, Obama afirma  que “hay una tendencia de pecado presente en nosotros que permite y deforma nuestra fe.  Cuando grupos de odio tienen su propia cuenta de twiter e intolerancia puede ser más difícil contrarrestar eso. Pero Dios nos empuja a intentarlo”.
¿La violencia se ejerce en nombre de Dios y también contrarrestarla en nombre de Dios?
Por supuesto, parecería que esa tendencia a la que se refiere Obama, es sencillamente asunto de condición humana.  ¿Pecado?  Eso es pecado en la religión.  En la ley civil eso se llama crimen. En el mundo de la actualidad  no es precisamente Dios el que empuja, es la institución jurídica que se ocupa de castigarlo.
Estas afirmaciones de Obama llegan junto a un informe del Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas en el que denuncia los crímenes cometidos por el grupo terrorista del Estado Islámico, por supuesto en nombre de Dios, contra niños y adolescentes en Irak y Siria, especialmente cristianos y yazidies, que son crucificados o vendidos como esclavos sexuales solo por el hecho de formar parte de alguna minoría étnica o religiosa.
El informe señala que los niños son enterrados con vida y los pocos que escapan del exterminio son convertidos en soldados o usados como escudos humanos para proteger sus estructuras de los ataques de la coalición liderada por Estados Unidos.
¿Eso qué es? ¿Crimen o pecado?
Mientras tanto, el gobierno de Barack Hussein está ocupado en nombrar una especie de ZAR como “emisario abiertamente gay” que defienda los derechos de los homosexuales en el mundo. Dice la portavoz del Departamento de Estado, Marie Harf “seguimos implicados en la protección y la promoción de los derechos humanos de todas las personas, que incluyen los derechos de los gay, lesbianas, bisexuales y transgénero (LBTG).       
¿Irá ese emisario a defender los derechos de los LBTG en Irak y Siria?
¿Por casualidad, visitará a Irán?

v.yanguela@codetel.net.do

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