Violeta
Yangüela
Decía
el historiador Timothy Garton Ash en referencia a Siria que “nadie sabe qué hacer”. Pues resulta que Vladimir Putin parece que
sabe lo que hay que hacer y ha puesto
las piezas del rompecabezas en la mesa.
Parecería
que han encontrado al enemigo del enemigo que es el amigo.
A
cuatro años de la guerra en Siria, de las palabras de Barack Hussein Obama y su
línea roja del uso de de armas químicas contra la población civil que cambiaría
su cálculo y su ecuación salvada por Vladimir Putin, sacar firme e implacable el Estado Islámico de
donde esté, y el Califato sigue sin ser sacado de donde está, ahora vuelve
Vladimir Putin a su papel de protagonista global con su propuesta de la
creación de una amplia coalición internacional para luchar contra el terrorismo
en Siria.
Con
una diferencia, esa coalición incluiría la cooperación con el gobierno sirio y
sus fuerzas armadas. Dice Obama que está
dispuesto a trabajar con cualquier país, incluyendo Rusia e Irán para encontrar un mecanismo político con el
que sea posible iniciar un proceso de transición.
O sea han descubierto el amigo. ¡Es Bashar al Assad y le acompaña Irán!
Estados
Unidos ha mantenido durante los cuatro años de crisis
siria que Al Asad debe marcharse, y ahora Rusia propone la guerra contra el
Estado islámico con la participación del ejecito del gobierno de Al Assad. Mientras, John Kerry, secretario de Estado, afirma que Al Assad tiene que dejar el poder
pero no tiene que ser “el día uno” y se
agrega el ministro de Exteriores británico, Philip Hammond y dice que “el
tiempo y la forma en que eso se produzca necesita discutirse”.
El
plan de los Estados Unidos contra el Califato de entrenar y armar grupos de
rebeldes opuestos a Al Assad y a los yihadistas ha fracasado.
En declaraciones ante el Congreso de los Estados Unidos el general Lloyd Austin afirma que solo quedan cuatro o cinco sirios
entrenados por Estados Unidos para la lucha contra el Califato.
En
una entrevista para la CBS, dice Vladimir que el objetivo de los Estados Unidos
era entrenar 12,000 rebeldes y solo se
entrenaron 60 de los cuales solo quedan
cuatro o cinco. El resto desertó con sus
armas para luchar con el Califato Islámico.
Por
el lado religioso, parecería que Rusia se entiende con los chiitas liderados
por el Ayatola iraní y su apoyo incondicional a Al Asad representante de la
minoría alauí, una secta que deriva del chiismo, mientras que Washington se entiende con los sunitas
liderados por Arabia Saudita, las dos
ramas en disputa por la representación legítima del Islam. Asunto del poder en
la región.
¿Solución
política o ganar la guerra antes de hablar de transición?
Mientras
se discute, se crean coaliciones, se buscan los amigos, se declaran los enemigos, se busca el qué
hacer de Garton Ash, y Vladimir, el
aislado y sancionado, se pavonea de su
protagonismo global, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos cifra en 330,000
muertos en la guerra siria.
v.yanguela@codetel.net.do
No hay comentarios:
Publicar un comentario