Violeta
Yangüela
Argentina
parece ser un país de juguete y un país de mentira y también parece ser que los
argentinos juegan con el juguete y juegan con la mentira. En la economía y en
la política la nación del tango no cabe en las teorías.
Para
comenzar, es el único país del mundo que de pertenecer a la lista de los países
más ricos ha dejado de serlo. A
principios del siglo pasado Argentina ocupaba el cuarto lugar de los países con
el más alto ingreso per cápita detrás de Estados Unidos, Gran Bretaña y
Canadá. Estados Unidos con 6,200 dólares
y la Argentina con 4,050. En la
actualidad, el ingreso per cápita de Argentina es de 20,949 y ocupa la posición
63 en el índice mundial, mientras Estados Unidos ocupa la posición 11 con
59,531, Canadá la 22 con 46,705 e Inglaterra la posición 25 con 43,269.
También
ha sido sacada del índice de los primeros 15 países que más aportan al Producto
Bruto Interno (PBI) mundial.
En
términos políticos no hay duda de que los argentinos pueden sentirse
orgullosos. En 26 años, seis golpes de
estado y 14 presidentes. Las Juntas
Militares eran de a tres. Si no es un
record, evidentemente que es un buen average. En 1930 el general Uriburu
derroca a Irigoyen de la Unión Cívica Radical. En 1943 el golpe fue al golpe.
Dizque le llamaron la Revolución del 43.
Para decirlo más sencillo, conflicto entre los mismos del otro golpe.
En
1940 Perón hace su entrada triunfal. Y
llega con el justicialismo y con su Evita.
En 1955 al golpe le llamaron Revolución Libertadora y se lleva de
encuentro a Perón que ya el Señor se había llevado a Evita que por cierto, al
anunciar su muerte el medio radial del Estado, comunicó que “a las veinte y
veinticinco de hoy, Eva Perón entró en la inmortalidad”.
En
1958 la misma Libertadora convoca elecciones y arriba al poder Arturo Frondizi
de la Radical. En 1962 lo sacan del
poder y en el 63 juegan a las elecciones.
Electo Arturo U. Illia recibe en el 66 el golpe de la Revolución
Argentina. Esta Revolución Argentina
convoca a elecciones con la prohibición de que Perón fuera candidato. Las gana Héctor Cámpora que renuncia para
permitir que Perón participe. En el 73 vuelve Perón con Isabelita que logra lo
que Evita no pudo al convertirse en la vicepresidente. Hereda la presidencia por la muerte de Perón
y vuelve otro golpe en 1976 con un nombre rimbombante: Proceso de
Reorganización Nacional. Y con el
proceso llegaron las Malvinas. En 1983
se celebran nuevas elecciones y Raúl Alfonsín es electo presidente. Alfonsín
renuncia cinco meses antes de entregar el gobierno al ganador de las
elecciones.
Pero
como no se cansan de jugar en el 2001 en 15 días la Argentina pasa por cinco
presidentes luego de la renuncia de De la Rúa que da paso al gobierno de
Salvación Nacional de Duhalde.
Entre
revoluciones, salvación nacional, golpes, renuncias, los tríos militares y los
dúos civiles, en nuevas elecciones se instala la dinastía K. Néstor Kirchner asume la presidencia y le
sucede su esposa Cristina, llamada reina en la campaña electoral, elegida como
candidata por el justicialismo, o mejor dicho,
por el marido y por la “dedocracia”.
En
la actualidad la reina Cristina, actual senadora, está siendo juzgada por
corrupción y al mismo tiempo es proclamada candidata a la vicepresidencia para
las próximas elecciones de octubre.
¡Pero
es que no se cansan!
v.yanguela@codetel.net.do
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