sábado, 2 de abril de 2011

RECORDATORIO

Violeta Yangüela

En su aceptación del Premio Nobel de la Paz, Barack Obama pronunció un discurso en el que la guerra ocupó el centro de sus palabras. Comenzó desenterrando el concepto de “guerra justa” a partir de los filósofos que buscaron regular el poder destructivo de la guerra estableciendo que es justa siempre que fuesen en defensa propia, que fuesen con una fuerza proporcional y siempre que sea posible el menor daño a la población civil.

Dicen que fue San Agustín que se planteó la aceptación de la guerra como parte de la condición humana y su justificación fundamentada en el principio de legítima defensa.

¿Es la revuelta libia una guerra justa y en defensa propia?

La guerra de Afganistán no es sólo necesaria sino moralmente justificada, dijo Obama. “El mal existe en el mundo y un movimiento no violento no hubiese contenido a Hitler, así como las negociaciones no pueden convencer a Al Qaeda de bajar las armas”. “Decir que a veces las armas son necesarias es reconocer la historia, las imperfecciones del hombre y los límites de la razón”.

¿Es la revuelta libia una guerra contra “el mal”?

De la condición humana y su “maldad”, pasa a la guerra humanitaria cuando el uso de la fuerza puede justificarse en “bases humanitarias como el caso de los Balcanes, cuando el propósito militar para prevenir o eliminar la masacre de ciudadanos por su propio gobierno o parar una guerra en la que la violencia podría extenderse a toda una región”.

¿Justifica la revuelta libia una guerra humanitaria?

De la guerra humanitaria, a la guerra de los valores que se suponen universales. Para el presidente Obama la paz no es solo la ausencia de violencia porque sólo una paz basada en los derechos y en la dignidad de cada individuo es perdurable. Y esa premisa fue la que hizo posible la creación de los Derechos Universales al final de la Segunda Guerra como garantía de que si no se protegen los derechos humanos, la paz es tan solo una promesa. La paz es inestable cuando los ciudadanos no tienen derecho a expresar su opinión, a elegir sus líderes o escoger la religión de su preferencia. En inglés le llaman freedom.

¿Es la revuelta libia una guerra en búsqueda de libertad?

Por último, el presidente Obama apeló al apoyo de la comunidad internacional para la búsqueda de la paz, a sabiendas de que también habrá la guerra. Es la guerra legitimada.

¿Legalidad internacional para la revuelta libia?

Mientras se responden las preguntas, y la tragedia japonesa ocupa los espacios de los medios de comunicación, el impresentable Gadafi gana territorio y comienza a mover fichas. La primera, a través de las declaraciones de su hijo, exigiendo al presidente francés, Nicolás Sarkozy la devolución de los fondos que aportara para su campaña electoral. Francia está de acuerdo con establecer una zona de exclusión aérea.

Comienza el lanzamiento del primer dardo. En lenguaje beisbolero “duro y al centro”. Al parecer, Arabia Saudita no tiene preguntas que responder ni tampoco requiere “legalidad internacional” para enviar unos cuantos tanques y soldados a Bahrein en apoyo al rey sunita en el poder asediado por las protestas de los chiitas. Por supuesto, el otro impresentable de Irán, Mahmud Ahmadinejad apoya a los chiitas.

¡Ahh!, la quinta flota de la Marina estadounidense tiene su base en Bahrein.

El juego se calienta. Que Dios y Alá nos agarren confesados.


Nota al margen: Al escribir el artículo Naciones Unidas aprueba la zona de exclusión aérea. (“no fly zone”).

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