Violeta
Yangüela
Cuentan
las noticias que muchas tunecinas han viajado al frente de batalla en Siria
para aplacar las necesidades sexuales de los yihadistas sirios. Lo dice el ministro del Interior de Túnez.De acuerdo al ministro, las mujeres mantienen relaciones con 20, 30, 100 yihadistas lo que se ha llamado la “yihad al nika” que quiere decir la guerra santa del sexo.
Esta
yihad santa ha sido considerada como legítima al permitir las relaciones
sexuales fuera del matrimonio con varios hombres. Según las informaciones el clérigo saudita
Muhammad al Arifi es el responsable de la aprobación.
Por
supuesto, esas mujeres yijadistas del sexo serán recompensadas en la otra vida.
Ahora
aparece lo de la “viuda blanca”.
Se
trata de Samantha Lewthwaite a quien vinculan con el asalto del centro
comercial en Kenia. Resulta que Samantha es la viuda de Lindsay Germanine, uno
de los terroristas de los atentados en Londres el 7 de julio del 2005.
En
esa oportunidad la viuda condenó los ataques y decía que los radicales de la
mezquita a la cual asistía su marido lo habían
“envenenado”. Después del atentado,
Samantha desapareció de Londres y fue localizada en Kenia. Interpol ha
anunciado que ha emitido una orden de
búsqueda internacional para Samantha Lewthwaite a petición de las
autoridades de Kenia.
En
medio de estas noticias reportadas en los medios globales, el Banco Mundial
publica un informe titulado Mujeres, los negocios y el derecho, en referencia a
los derechos humanos de las mujeres en
el que señala las trabas legales para la inserción económica de las féminas. Dice el informe que los países del “Oriente Próximo” son de las regiones en la que menos progresos se han registrado en los últimos 50 años. Arabia Saudita lidera la lista cuyas leyes limitan el potencial económico de las mujeres. Irán es uno de los 15 países que otorgan a los hombres el derecho a “oponerse” a que sus esposas trabajen y a “impedirles aceptar un empleo”. A propósito, en esa lista de los 15 aparece ¡! Bolivia!! (La ONU tendrá que revisar la calificación al presidente de Bolivia como “un campeón en igualdad”).
¿Dónde están los colectivos
feministas?
A
pesar de este informe, Shirin Ebadi, abogada iraní y primera mujer musulmana ganadora del Premio Nobel
de la Paz en 2003, hoy exiliada, en una entrevista al periódico El País de
España, dice que “no habrá marcha atrás en la revolución de las mujeres
musulmanas”.
¿Cuál
revolución?
Parecería
ser que la revolución de las mujeres musulmanas ha comenzado con su
participación e inserción en la yihad islámica.
Ya sea la yihad del sexo o la yihad contra los infieles, ambas
santificadas por el clérigo guardián de las revelaciones de Alá.
v.yanguela@codetel.net.do
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