Violeta
Yangüela
En
1997 el presidente Abdalá Bucarán, electo en 1996, es sustituido por el
Congreso Nacional de Ecuador por incapacidad mental con una votación de 44
votos a favor y 34 en contra. En su campaña electoral, en la que se declaraba
como el campeón en la eliminación de la pobreza y se refería a sí mismo como
“El Loco”, se presentó ante los ecuatorianos como el cantante rocanrolero
promocionando su CD (Un loco que ama) bailando y vertiéndose una botella de
agua sobre su cabeza. Al llegar al
Palacio Presidencial invitó a un almuerzo en la casa de gobierno a la
ecuatoriana Lorena Bobbit que se hiciera famosa por haberle cortado el pene a
su marido.
En
el 2000 llegó Hipólito Mejía a la presidencia
en la República Dominicana. Desde su campaña
electoral se presentó como el hombre parecido al pueblo con un lenguaje del
pueblo y se definió como un hombre del campo con el objetivo de terminar con la
pobreza, la corrupción y el robo. Su estilo desenfadado, su lenguaje vulgar e
insultante y su conducta le ganaron el calificativo de político atípico. Como Bucarán, en la campaña electoral para un
segundo mandato, se vertió y se untó en su cabeza y en sus manos una botella no
de agua, sino de ron.
En
Argentina la “atipicidad” de las cualidades de Néstor Kirchner eran refrescantes.
Su conducta informal, su desdeño por el protocolo se convirtió en el “estilo
K”. Esas cualidades se señalan como típicas por su origen de la
región de la Patagonia. El señor Kirchner podía dejar plantado a cualquiera, cancelar
a último minuto una reunión de jefes de Estados y decía “como puedo pensar en
reuniones que requieren un protocolo cuando debo ocupar cada minuto al pueblo
de la Argentina”.
El
bolivariano comandante Chávez en su campaña de 1999 para la Asamblea Nacional
Constituyente utilizó un fotomontaje en que aparecía con el torso desnudo,
musculoso y armado hasta los dientes del personaje cinematográfico Rambo, fusil
en mano pero con el rostro de Chávez. El slogan decía; “Guerra a los
corruptos”. Por supuesto la boina roja no podía faltar.
El
español José Luis Rodríguez Zapatero además de ser el Bambi que se convierte en
rey de la selva, dejaba plantado a cualquiera por motivos de cansancio y decía
creer que “la igualdad de los sexos es mucho más efectiva contra el terrorismo
que la fuerza militar”.
En
la actualidad surge en Italia Beppe Grillo, actor, cómico, cine y televisión y
su Movimiento Cinco Estrellas. El Vaffanculo (vete a tomar por el culo) se
convierte en su grito de guerra para incentivar un Parlamento limpio.
En
España surge Pablo Iglesias con la imagen desaliñada, arremangado, con coleta y su Podemos que lo explica diciendo que “es
una escoba para barrer la sociedad”. Por supuesto los de la casta, que son los
viejos políticos que han llevado al país a la ruina, serán los primeros en ser
barridos.
En
Guatemala han elegido al comediante Jimmy Morales a la presidencia con el lema de campaña “Ni corrupto ni ladrón”. Se define como “una clase nueva de político
que respeta acuerdos y no compra voluntades.
Parecería
ser un virus.
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