Violeta
Yangüela
Dicen
que el enredo comienza en la cabeza por lo que a cabeza enredada, cuerpo
enredado.
Se
supone que la cabeza de una nación es su ley constitutiva y parecería que por
estos lares iberoamericanos la cabeza sigue enredada. Los ejemplos no faltan,
sobran y para muestra un botón dominicano.
En
la reelección a la presidencia de Horacio Vásquez en 1929 el Partido Coalición
Patriótica de Ciudadanos, que fue el adversario desde su primer mandato en
1924, apoya la reelección de Horacio Vásquez.
Para
estas próximas elecciones del 2016 el Partido Revolucionario Dominicano (PRD)
el adversario del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) apoya la reelección
del presidente Danilo Medina.
En
1924 Horacio Vázquez en carta dirigida al diputado Arturo Pellerano dice: “la reducción del periodo presidencial a
cuatro años, la no reelección y los avanzados procedimientos electorales que
establece la ley en la materia son sagradas conquistas que persiguió siempre mi
partido y que alcanzó el pueblo en la última Constitución con el concurso de
todas las agrupaciones políticas y a cuya conservación y defensa me siento inquebrantablemente unido por un
solemne compromiso contraído con la Nación”.
Horacio
Vázquez en su aceptación a la reelección
en 1929 dice: “el ineludible empeño de las circunstancias me impone hoy asumir
una actitud que antes pudo parecerme extraña, y que sin duda se opone a cierto
fundamental concepto que mantengo en lo que atañe a la necesidad y conveniencia
de que el Jefe del Estado sea reemplazado al terminar el período para que fue
elegido”.
¿Inquebrantable?
En
palabras de Danilo Medina en el 2007: “lo
que pasa es que la historia se cambia
cuando conviene. Ese es el problema de los políticos de éste país, y por eso es
que están perdiendo credibilidad. Los
discursos se adaptan, como el camaleón
al medio donde se está, porque estamos en un momento en que se quiere imponer
la reelección y se vende como buena¨.
Danilo Medina en su discurso de aceptación de la
reelección en el 2015 dice: “la reelección es vedada, como una especie de
salvaguarda, casi únicamente en países que no tienen instituciones fuertes y
que viven aún sobre el trauma de las dictaduras. La República Dominicana es,
hoy, un país de instituciones en franco proceso de fortalecimiento, con
equilibrio político y, desde hace mucho, libre del trauma y de la sombra
tenebrosa de la dictadura. Para nosotros, por tanto, la reelección en lugar de
significar un retroceso institucional es un avance y un perfeccionamiento democrático.
Se equivocan también los que dicen que introducir la reelección es beneficiar
al gobernante de turno”.
¿Camaleón?
En ambos casos la Constitución fue reformada para
permitir la reelección.
Dijo Simón Bolívar: “con esta mezcla racial y este record
moral, ¿podemos poner las leyes por encima de los líderes y los principios por
encima de los hombres?
v.yanguela@codetel.net.do
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