Violeta
Yangüela
Todo
el mundo tiene su precio. Algunos
atribuyen la frase a Napoleón y otros a Howard Hughes. Dicen que Joseph Fouché le agrega, “lo que
hace falta es saber cuál es”. Asunto de condición humana.
Lin Yutang, pensador chino
dice que “el hombre es pasión y razón y en el medio una pizca de humor para el equilibrio”
y como siempre el pero aparece y agrega, “el espíritu de la sabiduría está atado a una
bestia que llevamos dentro, ata a éste demonio con una correa vieja y gastada y
en cualquier momento puede romperse la correa”.
Para
Thomas Hobbes “el hombre en su estado natural tendría toda la cancha a su
disposición para hacer cualquier cosa en este mundo lo que llevaría a una
guerra de todos contra todos. De ahí su teoría de “autoridad del soberano en la
que la sociedad cede derechos por la búsqueda de protección”.
O
sea, que los “monstricos” que llegan en la mochila de la condición humana
requieren de un Leviatán para proteger a los “todos contra todos”. Coinciden en la bestia pero
no en la pizca ni la manera de atarla.
Desde
los tiempos del primer código que se tenga registro, le han puesto la correa a
los “monstricos” de la condición humana.
El Código de Hammurabi, en unos de sus artículos dice: “si un señor roba
la propiedad religiosa o estatal, este señor será castigado con la muerte. Además el que recibió de sus manos los bienes
robados, será también castigado con la muerte”.
Los
bíblicos escribieron una Ley. La ley de
Moisés. Los diez mandamientos. Y se incluye el
No Robarás
Luego
llegaron los civiles y con ellos la Ley Civil.
También dice: No robarás. Por supuesto con una diferencia. En la ley
divina robar es un pecado y su penalización es en el más allá. En la Civil, se
supone, que la penalización es en el más acá.
Aún
no se sabe si fue Judas el que dio a conocer la corrupción. Se cuenta que vendió a Jesucristo por 30
monedas de oro. Otros aseguran que todo
era parte de un plan. Si Judas no hubiera aceptado la “oferta de compra” no
hubiese sido posible su crucifixión.
Definitivamente la
corrupción no tiene colores, no tiene idiomas, no tiene territorios, ni es de
izquierda ni es de derecha, tampoco de género y mucho menos identidad sexual
El tema de la
corrupción arropa al mundo mundial. Con los medios de comunicación a gran
escala, el tema de la corrupción se ha convertido en la noticia de primera
plana. Es un fenómeno político, económico y social global, que se podría
caracterizar por soborno, venta de favores, tráfico de influencia y por
supuesto lo que han llamado enriquecimiento ilícito. Sus consecuencias afectan
la administración de justicia, los procesos electorales, las relaciones económicas y sin duda, la
comunicación social.
¿Correa vieja y
desgastada?
v.yanguela@codetel.net.do
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