Violeta
Yangüela
Algunos
pensadores creen que los cambios
resquebrajan el orden político y las demandas crecen.
Alvin
Toffler en su libro el Shock del Futuro publicado a principios de la década de
los años 70 dice “estamos creando una nueva sociedad. No una sociedad cambiada.
No es una versión ampliada de nuestra sociedad presente. Sino
una nueva sociedad. Las normas sexuales saltan en pedazos. Grandes ciudades
se ven paralizadas. Las alianzas internacionales vacilan. Los líderes políticos
y financieros tiemblan en secreto al ver que todo el sistema se le está
escapando de las manos”.
Anthony
Giddens califica el cambio que se ha producido en la esfera de lo privado en
torno a la sexualidad, la igualdad sexual, la familia y las relaciones
personales como una revolución global.
En la
actualidad la sexualidad parece ocupar el espacio de la comunidad global. El
Acoso sexual es la noticia que se expande por todas las esferas del mundo
político, artístico y empresarial y
las políticas públicas en torno a la sexualidad y la familia forman parte de
las ejecutorias de los gobiernos.
Las
alianzas internacionales y la
des-globalización parecen ser una tendencia global. El Brexit en el Reino Unido
y Cataluña en España lo explican.
¿El homo
emocionalis?
Dice Román Cendoya
“que asistimos a la mayor transformación de la historia de la humanidad:
el paso del homo sapiens al homo
digitalis. Desde que el homo sapiens puso fin a una vida itinerante y
comenzó a montar nuestra sociedad, no ha habido un momento de cambio tan
brutal. Esto no es una crisis, esto es otra
cosa. En menos de 20 años tendremos la
religión Apple, la religión de la manzana. El homo sapiens comenzó su andadura
en la tierra con una manzana mordida y ahora el homo digitalis lo va a hacer
con otra”.
¡Y llega
el homo digitalis!
En
Estados Unidos la intervención rusa a través de las redes digitales para
influir en las elecciones del 2016 sigue siendo la noticia.
La Unión Europea ha decidido dedicar más recursos para
enfrentar la propaganda rusa por la intervención
en la campaña independentista de Cataluña.
En
Inglaterra, Theresa May ha acusado a Rusia de intervenir en las democracias
occidentales usando la información como “un arma”. El Parlamento investiga la posibilidad de
injerencia rusa en la campaña del Brexit.
En el
tema de la intervención rusa en los procesos electorales de las democracias
occidentales, parecería que los futurólogos no pudieron predecir el “homo
Putinlis”.
v.yanguela@codetel.net.do
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