Violeta Yangüela
Para los pensadores
versados en el tema y estudio del Islam, las diferencias y los conflictos entre
el islamismo y el cristianismo empiezan
con los protagonistas. Cristo como hijo de Dios llegó al mundo fue crucificado
y sus seguidores perseguidos, Mahoma logró la victoria durante su vida. Conquistó territorios, creó un Estado y un
ejército, promulgó leyes, impuso
impuestos, hizo la guerra.
En pocas palabras, gobernó y ésas acciones fueron santificadas y
ampliadas en la tradición islámica. En sus conquistas, los islámicos impusieron
su idioma, su Estado y la ley divina. El
Estado es la religión, la religión es el Estado y Dios es la cabeza de ambos
con el Profeta como su representante en la tierra.
En la concepción islámica Dios es el soberano de la comunidad, la única
y última fuente de la autoridad y de la legislación. No existe diferencia entre
la ley de la Iglesia y la ley del Estado. Aceptada como origen divino, regula
todos los aspectos de la vida civil, comercial, criminal, constitucional.
La diferencia
la expuso el creador de la dinastía de la casa Saud, Abdul Azis al Saud, en la reunión en 1945 con el presidente de
Estados Unidos a bordo del buque USS Quincy
y relatada por Eddy William, Ministro Plenipotenciario e intérprete de
esa reunión. Cuenta William que el Rey
le expresó a Franklin D. Roosevelt; “utilizaremos su hierro, pero usted dejará
nuestra fe en paz”.
Y con los
hierros llegó ARAMCO. (Arabian
American Oil Co.) Con la toma del control
total de la compañía por el Estado pasó a llamarse Saudí Arabian Oil Co. o
Saudi Aramco
La dinastía
Saudita es hoy dueña de Arabia, de los hierros de la cultura y por supuesto también de la
fe. Asunto de propiedad y permanencia en el poder.
En la
actualidad llegó el príncipe heredero Mohamed bin Salman. Le llaman MBS y
quiere que Arabia Saudita deje de depender del petróleo porque los “hierros” ya
no son los que proporcionan los ingresos necesarios para el sostenimiento del reino
y anuncia el plan Visión 2030.
En su plan,
anuncia un visado especial para turistas. Actualmente solo se permite la
entrada a los extranjeros para una peregrinación a la Meca y Medina o que
hubiesen sido invitados por un ciudadano de Arabia, una empresa o una
institución.
En el plano
social, parecería ser una revolución “feminista”. El príncipe apuesta por una
mayor libertad para las mujeres. Se ha levantado el veto para que puedan
manejar, acudir a eventos deportivos, gimnasios para mujeres y el cine vuelve a
Arabia.
Mientras
tanto, su guerra con el Islam chiita y al parecer también con los sunitas
rebeldes sigue. Dice MBS que “el
triangulo del mal está formado por Irán, que quiere expandir su ideología
extremista, los Hermanos Musulmanes que quieren crear califatos en todas partes
y los terroristas, Al Qaeda, ISIS que quieren lograrlo todo por la fuerza”. Agrega Mohamed, “el líder supremo de Irán hace
que Hitler parezca buena persona”.
Parecería que
para el heredero al reinado de Arabia Saudita, los chiitas y los sunitas
rebeldes de Al Qaeda y ISIS no son musulmanes.
v.yanguela@codetel.net.do
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