Violeta
Yangüela
En
el 2008 el gobierno español de José Luis Rodríguez Zapatero crea el Ministerio
de Igualdad. Bibiana Aído sería su ministra. Dos años después el Ministerio se
integra al Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad y se crea la
Secretaria de Estado de Igualdad.
La
Bibiana provocó una polémica por utilizar la palabra “mienbra” en un discurso
en el Congreso de los Diputados. En días
recientes Irene Montero, la portavoz de
Unidos Podemos, provocaría otra polémica por el uso de la
palabra “portavoza” con el argumento de una reivindicación feminista y un ejemplo de lenguaje inclusivo para dar
mayor “visibilidad” a las mujeres en su lucha por la igualdad de derechos con
los hombres.
En
1999 se crea en la Republica Dominicana el Ministerio de la Mujer con la misión
de difundir y liderar la ejecución de políticas, planes y programas que
contribuyan a la igualdad y la equidad de género y al pleno ejercicio de la
ciudadanía de las mujeres.
En
1987 el Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) crea el Centro de
Estudios de Género con los objetivos de estudiar la desigualdad de género,
contribuir a políticas que superen la desigualdad y promover la incorporación
de la perspectiva de género.
En
la actualidad, la vicepresidenta de España, Carmen Calvo anuncia que el
gobierno ha solicitado a la Real Academia Española (RAE) un estudio para
adecuar la Carta Magna a un lenguaje “inclusivo, correcto, no sexista y
verdadero de una democracia que transita a la igualdad”.
Dice
la vicepresidenta que “tenemos una Constitución en masculino de ministros y
diputados que se corresponde a hace 40 años”:
Y
por supuesto llegó la polémica.
Dice
el director de la RAE, Darío Villanueva, que no ve las más mínima posibilidad de una
reforma y que el problema está en confundir la gramática con el machismo y el
académico Arturo Pérez Reverte dice que si la RAE revisa la Constitución para
adecuarla al lenguaje inclusivo dejaría la institución.
La
respuesta de la ministra no se hizo esperar “la adecuación de la Constitución
española a un lenguaje inclusivo se hará haya o no asesoramiento de la RAE”.
Parecería
que España quiere seguir los pasos de Venezuela. Dicen que de 100 páginas, el
cambio de la Constitución de 1999 en Venezuela con un lenguaje inclusivo, significó
un aumento de 500 páginas.
¿Una
“neolengua” de Ideología de Género? ¿Protesta global de los grupos homosexuales
por no ser “inclusivos”?
¿El
Centro de Estudios de Género de INTEC será el Centro de Estudios de Génera?
v.yanguela@codetel.net.do
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