Violeta
Yangüela
Sin
ninguna duda que Venezuela ocupa los espacios del tema político global. En esta
ocasión al parecer los sistemas democráticos se han puesto de acuerdo para
exigir que en Venezuela se respeten las normas y principios democráticos en los
que se sustenta el sistema de los tres poderes independientes.
El
Papa Francisco ha pasado a ser el protagonista en el conflicto.
De
acuerdo a las informaciones, Nicolás Maduro le ha enviado una carta para
pedirle ayuda en un proceso de diálogo para resolver la crisis. Dice Maduro que “está al servicio de la causa
de Cristo” y con ese principio le ha pedido ayuda en un proceso de facilitación
y reforzamiento del diálogo. Y agrega, “esperamos una respuesta positiva”.
Parecería
que la respuesta del Vaticano no ha sido muy halagadora. En lenguaje dominicano
se diría que el Papa le ha echado un “boche” a Nicolás Maduro. Para empezar el
Papa se dirige con un “excelentísimo señor” y no como presidente y le señala que
en los pasados intentos de diálogo junto con los obispos venezolanos fueron interrumpidos.
Lo que se había acordado no fue seguido con acciones concretas para implementar
los acuerdos.
El
Papa Francisco está dispuesto a mediar si ambas partes lo quieren. ¿Pondrá fin a la crisis venezolana una nueva mediación del Vaticano?
Mientras,
el conflicto de la ayuda humanitaria se convierte en el acontecimiento más
importante de Venezuela.
Nicolás
Maduro ha dispuesto que esa ayuda humanitaria es una amenaza para una intervención
militar de Estados Unidos y además sostiene que esa crisis humanitaria es
consecuencia de las medidas económicas impuestas por el gobierno de Estados
Unidos.
O
sea que las carencias de alimentos y medicinas que afronta el país desde hace
años, se deben a las recientes medidas económicas.
Dice
Maduro que es una guerra política del Imperio que quiere apoderarse de
Venezuela y agrega “no queremos sus migas, su comida toxica, sus sobras,
Venezuela no es un país de hambruna, es un show de la oposición”.
La
vicepresidenta Delcy Rodríguez afirma “que la ayuda de Estados Unidos está
contaminada y es cancerígena. Así lo han mostrado distintos estudios
científicos que busca a través de químicos envenenar a nuestra población. Podemos
decir que son armas biológicas lo que pretenden con esa ayuda humanitaria”.
Decía
Albert Einstein, “hay dos cosas infinitas, el universo y la estupidez humana y no estoy tan seguro de lo primero”.
Parecería
que los que gobiernan en Venezuela reafirman la frase del científico.
v.yanguela@codetel.net.do
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