Violeta
Yangüela
En
el proceso de las elecciones de Estados Unidos las encuestas daban como
ganadora a la candidata del Partido Demócrata, Hilary Clinton. El resultado sorprendió con la victoria del
candidato del Partido Republicano, Donald Trump. A partir de esa victoria los
argumentos y las acusaciones han sido el pan nuestro de cada dia.
El
primer argumento se refería a la mayoría de votos emitidos por los ciudadanos a
la candidata perdedora. Argumento insólito porque los que entran a la Casa Blanca no lo hacen
por el voto mayoritario de la ciudadanía sino por los votos electorales de los 50
estados que conforman los Estados Unidos. Esa es la norma que rige el proceso
electoral.
Luego
llegaron los rusos. Parecería que Vladimir
Putin ganó las elecciones. La influencia rusa a través de los instrumentos
tecnológicos con la “complicidad” del candidato hizo posible el triunfo
republicano. La Investigación de esa alianza ha ocupado a las instituciones que
se ocupan de esos menesteres durante dos años y por supuesto a todos los medios
de comunicación globales.
Luego
llegaron las acusaciones de varias mujeres que afirmaron que el presidente las
acosó sexualmente antes de llegar a la Casa Blanca. Congresistas demócratas de la Cámara Baja solicitaron
una investigación para dilucidar la realidad de las acusaciones.
Por
supuesto también llegaron las acusaciones del fraude al fisco y de las
artimañas de Donald Trump para evadir impuestos.
En
la actualidad el Comité de Supervisión de la Cámara Baja ha anunciado una
investigación sobre la relación del gobierno de Donald Trump con Arabia
Saudita. De acuerdo al Comité esta
investigación se debe a las informaciones recibidas de que altos funcionarios
de la Casa Blanca han impulsado la venta de tecnología nuclear a Arabia
Saudita.
El
comité solicita a la Casa Blanca los documentos relacionados con este plan de
energía nuclear desde el inicio de la Presidencia de Donald Trump.
Mientras
el Comité de la Cámara Baja investiga, en El Cairo se celebra una reunión,
convocada a petición de Arabia Saudita, entre
la Unión Europea y la Liga Árabe en la que Arabia Saudita y sus aliados
han advertido que denunciarán las injerencias de Irán ante las Naciones Unidas,
Dice
el secretario general de la Liga Árabe que “de momento no declararemos la
guerra contra Irán pero no descartamos llevar la influencia iraní ante el
Consejo de Seguridad de la ONU”. El eterno conflicto del Islam entre sunitas y
chiitas.
Cuenta
Eddy William traductor de la reunión en 1945 de Rey de Arabia Saudita, Abdul
Azis al Saud y el presidente Franklin D, Roosevelt que el Rey le expresó al
presidente “utilizaremos su hierro, pero usted dejará nuestra fe en paz”. Nació Aramco.
¿Nuevos
hierros para Arabia Saudita y la fe en paz?
v.yanguela@codetel.net.do
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