domingo, 15 de agosto de 2010

EL NEGRO Y LA HETAIRA

Violeta Yangüela


Las naciones que conforman el club de países desarrollados están en crisis financiera. Para algunos la causa de esta debacle la tiene la avaricia de la empresa privada, especialmente de los bancos. Para otros la culpa es de los bancos centrales, o lo que es lo mismo de los Estados y sus políticas de expansión del crédito inducido.

Los economistas, es decir los expertos en estas cuestiones, no se ponen de acuerdo y según su ideología reparten la culpa entre los unos y los otros. Los del lado de la izquierda que ahora llaman progresistas dicen que la empresa privada y los del lado de la derecha que ahora llaman conservadores dicen que la culpa es de los gobiernos y sus políticas de expansión crediticia, de gastos y de endeudamiento.

En consecuencia, Europa y Estados Unidos se encuentran sumergidos en un grave deterioro de su crecimiento y la bajada de su Producto Interno Bruto (PBI) y al parecer no se vislumbra el camino para salir del atolladero.

Sin un consenso en la naturaleza de la crisis ni en el método adecuado para resolverla, los europeos han elegido el camino del ahorro y Barak Obama parece haber elegido el camino de las inyecciones que llaman estímulos y que en Dominicana se le conoce como inorgánicos.
La crisis financiera internacional sigue siendo motivo de controversias de parte de economistas, políticos y de economistas políticos. Y en medio de la controversia de los expertos, parecería que un acuerdo unánime indica que los grandes culpables fueron el negro de Alabama y las hetairas griegas.

En virtud de que los expertos no han podido explicar el asunto, los humoristas ingleses John Bird y John Fortune se han encargado de explicar al negro de Alabama.

Según estos dos humoristas, un dia un negro desempleado de Alabama, sentado en camiseta sin mangas en el pórtico de su vivienda, recibe al representante de una inmobiliaria y le dice que si quiere comprar la casa le presta el dinero. El negro de Alabama compra la casa y con el papelito de la deuda, es decir, la hipoteca, un banco la empaqueta con otras deudas similares y comienza la venta de los papelitos en el mercado global. Mientras tanto, el negro de Alabama no paga la hipoteca y estalla la crisis de lo que han llamado la Crisis Subprime.

Las hetairas griegas son harina de otro cantar. En el 2001 Grecia es aceptada para entrar en el euro, pero para poder ingresar se requería que el déficit fiscal del país no fuese superior al 3% del Producto Interno Bruto (PIB) lo que impidió a Grecia la entrada en el primer grupo. Había que encontrarle el punto que resolvería el problema.

En septiembre del 2006, Grecia incrementó el tamaño de su PIB en un 25% con la inclusión de dos actividades: la prostitución y el juego y mediante ese sencillo procedimiento su deuda pública pasó de ser el 107% de su PIB a ser un 87%.

Sencillo, la crisis se explica en que las hetairas no han podido aumentar su aporte al PIB griego y el negro de Alabama no ha podido pagar su deuda.


v.yanguela@codetel.net.do

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