domingo, 1 de agosto de 2010

QUIZÁS, QUIZÁS, QUIZÁS

Violeta Yangüela

En Dominicana los valores sociales están de moda. Profesionales de la conducta individual y de la conducta social hablan escandalizados de lo que representa el atractivo de unos traficantes de narcóticos sobre la sociedad. El asombro que esa atención social, con algo más que gotas de una cierta admiración, es prueba de la pérdida de valores de la sociedad dominicana.
¿Cuáles son esos valores perdidos? ¿Quién y cómo se crean los valores en una sociedad?
Cuando lo españoles llegaron con sus carabelas al nuevo mundo, los valores venían de Dios. El eje social era Dios, luego, a un filósofo se le ocurrió decir que Dios había muerto para significar que ese eje que movía toda la sociedad comenzaba a cambiar por el eje de la Razón. Desde esa razón surge el Estado y en consecuencia no la ley de Dios sino la ley civil. (Con excepciones aún del mundo del totalitarismo divino islámico).
Y por supuesto, los valores cambiaron. Ya no venían del Creador sino que hacían honor a su real significado. En la actualidad algunos sociólogos le llaman el Capital Social. Los valores sociales o al decir de esos sociólogos ese capital social es la creación de toda una sociedad en su conjunto.

Para Francis Fukuyama es necesario un estado de derecho y de instituciones políticas básicas para construir el capital social y lo define como una precondición necesaria para un desarrollo exitoso. Es decir, las virtudes sociales, como la honestidad, la reciprocidad, el cumplimiento de compromisos no son solo valores éticos sino que además poseen un valor monetario tangible y facilitan a los grupos la consecución de objetivos comunes.
También es posible medir la ausencia de capital social a través de los indicadores de disfunción social como la delincuencia, las rupturas familiares, el consumo de drogas, los pleitos, los suicidios, la evasión de impuestos.
Sin mecanismos de medición que permitieran una base empírica para analizar el capital social de la sociedad dominicana, con la mera observación de la sociedad que nos retrata día a dia los medios de comunicación, con la preparación académica y poder económico de una clase política, con los empresarios y sus relaciones con el poder, de los profesores universitarios, médicos y maestros con un nivel de vida injusto, surgen los valores, y se define qué es lo que vale, lo que tiene valor económico y social, cuales conductas son premiadas socialmente y cuales son señaladas como “pendejas”.
Por años valorando corruptelas, premiando quehaceres indignos, y favoreciendo conductas reprochables, hora surge el escándalo.
Quizás el caso de los traficantes famosos puedan dejar de regalo los espejos.
Quizás, en esos espejos se pueda ver la sociedad dominicana y reconocer que no es tan sólo en éste caso donde el modelo social es escandaloso.
Quizás, contribuya a la llegada de eso que definen como capital social, el que premia el trabajo, la preparación, el sacrificio, la solidaridad y la justicia y se convierta en el espejo en que se puedan mirar los dominicanos.
Quizás, quizás, quizás.

v.yanguela@codetel.net.do

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