domingo, 21 de noviembre de 2010

ACUERDO DEL DESACUERDO


Violeta Yangüela

En la cumbre del G-20 realizada en Toronto meses atrás los puntos acordados para ser debatidos en la próxima Cumbre a celebrarse en Seúl fueron la aplicación de una tasa bancaria y la regulación financiera global.

Y llegó la próxima con la mochila de los 600.000 millones que la Reserva Federal de Estados Unidos fabricará para “inyectar liquidez en la economía” y lo acordado se desacordó. Ambos temas pendientes desaparecieron de la agenda y lo que han llamado “la guerra de divisas” hizo su entrada triunfal.

Y se armó la de Troya. (Se preguntan si Troya le quedará chiquita).

Para algunos la manera de afrontar la crisis es exportando más y para eso la devaluación de la moneda hace que sus productos sean más competitivos en el mundo mundial.

Y ahí es donde funciona el todos contra todos y todos contra Obama. Con dos desventajas para el presidente norteamericano. Llega a la Cumbre después de realizadas una elecciones de las que en sus resultados obtiene una pérdida del poder congresional estadounidense y con la decisión de fabricar los billetes verdes para “inyectar” la economía.

El presidente del Eurogrupo, Jean Claude Junker, arremete contra la política financiera de Estados Unidos y dice que “el dólar no se encuentra en el nivel que debería en relación al euro.

Ángela Merkel se destapa diciendo que ve en la intervención de la Reserva Federal de Estados Unidos “elementos que recuerdan a la economía planificada”. ¡! Ofrézcome!! ¿Estados Unidos socialista?

Barack Obama se defiende diciendo que una economía fuerte con empleo en Estados Unidos es la mejor y la más importante contribución que puede hacer su país para fomentar la recuperación del resto del mundo” (Parecería que los discursos de campaña electoral de Obama han sido olvidados).

China no podía faltar. Resulta que a China se le acusa de mantener su moneda devaluada hasta un 40% de su valor real para favorecer las exportaciones y en respuesta a la insistencia, sobre todo de Estados Unidos, de la apreciación del yuan, el presidente del Banco de Exportaciones de China advierte que “la apreciación de la moneda provocaría una pérdida masiva de empleos que llenaría a Occidente de inmigrantes chinos”.

“The chinese are coming”. Tampoco se sabe si llegan con los bonos o sin los bonos del Tesoro de Estados Unidos. Es que también se rebaja el valor de los títulos en su poder.

Pero también resulta que la acusación a Estados Unidos y su fábrica de billetes es precisamente que esa política financiera pretende devaluar su moneda para ser más competitivos.
Como dicen los dominicanos, “un conejo diciéndole a un burro orejú” En el caso de China y Estados Unidos no se sabe quién es el conejo y quien es el burro.

¿Se podría saber que ha pasado con aquello de la gobernanza mundial?

v.yanguela@codetel.net.do

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