jueves, 4 de noviembre de 2010

DE JUGUETE Y DE MENTIRA



Violeta Yangüela

Argentina parece ser un país de juguete y un país de mentira y también parece ser que los argentinos juegan con el juguete y juegan con la mentira. En la economía y en la política la nación del tango no cabe en las teorías.

Para comenzar, es el único país del mundo que de pertenecer a la lista de los países más ricos ha dejado de serlo. A principios del siglo pasado Argentina ocupaba el cuarto lugar de los países con el más alto ingreso per cápita detrás de Estados Unidos, Gran Bretaña y Canadá. Estados Unidos con 6,200 dólares y la Argentina con 4,050. En la actualidad, el ingreso per cápita de Argentina es de 13,900 y ocupa la posición 82 en el índice mundial, mientras Estados Unidos ocupa la posición 11 con 47,700, Canadá la 27 con 39,500 e Inglaterra la posición 35 con 36,700.

También ha sido sacada del índice de los primeros 15 países que más aportan al Producto Bruto Interno (PBI) mundial, En 1983 ocupaba la posición número 15 con un aporte de 1.03% Dos décadas más tarde ocupa la posición 35 con una tercera parte de su aporte de 1983. Dicen los expertos que para llegar a la situación de ese año, tendrían que crecer a un ritmo de un 15% durante 10 años.

En términos políticos no hay duda de que los argentinos pueden sentirse orgullosos. En 26 años, seis golpes de estado y 14 presidentes. Las Juntas Militares eran de a tres. Si no es un record, evidentemente que es un buen averaje. En 1930 el general Uriburu derroca a Irigoyen de la Unión Cívica Radical. En 1943 el golpe fue al golpe. Dizque le llamaron la Revolución del 43. Para decirlo más sencillo, conflicto entre los mismos del otro golpe.

En 1940 Perón hace su entrada triunfal. Y llega con el justicialismo y con su Evita. En 1955 al golpe le llamaron Revolución Libertadora y se lleva de encuentro a Perón que ya el Señor se había llevado a Evita que por cierto, al anunciar su muerte el medio radial del Estado, comunicó que “a las veinte y veinticinco de hoy, Eva Perón entró en la inmortalidad”

En 1958 la misma Libertadora convoca elecciones y arriba al poder Arturo Frondizi de la Radical. En 1962 lo sacan del poder y en el 63 juegan a las elecciones. Electo Arturo U. Illia recibe en el 66 el golpe de la Revolución Argentina. Esta Revolución Argentina convoca a elecciones con la prohibición de que Perón fuera candidato. Las gana Héctor Cámpora que renuncia para permitir que Perón participe.
En el 73 vuelve Perón con Isabelita que logra lo que Evita no pudo al convertirse en la vicepresidente. Hereda la presidencia por la muerte de Perón y vuelve otro golpe en 1976 con un nombre rimbombante: Proceso de Reorganización Nacional. Y con el proceso llegaron las Malvinas. En 1983 se celebran nuevas elecciones y Raúl Alfonsín es electo presidente. Alfonsín renuncia cinco meses antes de entregar el gobierno al ganador de las elecciones.

Pero como no se cansan de jugar en el 2001 en 15 días la Argentina pasa por cinco presidentes luego de la renuncia de De la Rúa que da paso al gobierno de Salvación Nacional de Duhalde.

Entre revoluciones, salvación nacional, golpes, renuncias, los tríos militares y los dúos civiles, en nuevas elecciones se instala la dinastía K. Néstor Kirchner asume la presidencia y le sucede su esposa Cristina, llamada reina en la campaña electoral, elegida como candidata por el justicialismo, o mejor dicho, por el marido y por la “dedocracia”.

Uno para cada uno y dos para los dos.

Ya no será posible. Ha muerto el Rey. ¿Dos para la reina?

v.yanguela@codetel.net.do

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