lunes, 28 de enero de 2013

¡COLISIONES?



Violeta Yangüela
Decía José Bono, el entonces ministro de Defensa del gobierno español de José Luis Rodríguez Zapatero, “a ETA habría que enseñarle, seria y democráticamente, los dientes”. Mientras tanto en el año 2004, Rodríguez Zapatero lanzaba la propuesta de una alianza entre el mundo musulmán y Occidente llamada Alianza de Civilizaciones con el fin de combatir el terrorismo que no fuera por la vía de los dientes.  Naciones Unidas adopta la iniciativa en el 2007.
Dice Alvin Toffler en su libro Las guerras del futuro que el “término civilización es suficientemente amplio para abarcar materias tan variadas como la tecnología, la vida familiar, la religión, la cultura, la política, las actividades empresariales, la hegemonía, los valores, la moral sexual y la epistemología.  Las colisiones resultantes de dos civilizaciones radicalmente diferentes podrían suscitar en los próximos años un derramamiento de sangre de la peor especie”.

Al parecer el debate político de la actualidad “de esas colisiones” se divide entre los que se apuntan a la negociación, las sanciones y la diplomacia y los que prefieren afilar los dientes.  Por supuesto eso en términos de “ideología” tiene su etiqueta.  Los de los dientes son de la derecha, fundamentalistas, conservadores, neocon, en pocas palabras, los malos y los feos de la película y los de las negociaciones son los de la izquierda, los progresistas, los social demócratas que son los buenitos de la misma película.
Por el lado de la negociación se aplican sanciones a las naciones-estados que intentan mostrar los dientes.  La Unión Europea tiene sancionados con medidas restrictivas a 26 países que también se incluye en la lista a organizaciones terroristas como Al Qaeda.  Esas sanciones son de varios tipos.  Desde embargos de armas pasando por transacciones financieras.  Al parecer los resultados han sido fallidos. Al Qaeda sigue tan campante como el Juancito del anuncio.

Le llaman el “poder blando”.  Es decir resolver los conflictos por la vía diplomática y de negociación.  ¿Una manera de establecer la diferencia con Estados Unidos y su “facilidad” para el uso de los dientes?
Parecería es lo que ha primado en la Unión Europea, pero también parecería que hasta ahora.  Por lo menos en Francia.  Y en ésta ocasión es precisamente un presidente del partido de los buenitos que ha decidido sacar los dientes.  Eso sí, “seria y democráticamente”.  Francia cuenta con el permiso para el uso de la fuerza que le ha sido otorgado por la Resolución 2085 de Naciones Unidas. Ese permiso la santifica  como una guerra legítima, justa, moral, humanitaria  y en la legítima defensa.

Francia está en guerra.
¿Guerra contra el terrorismo? ¿Colisión de civilizaciones?

Dijo Oriana Fallaci que si Carlos Martel no hubiera existido, los franceses estuvieran bailando flamenco.
Parecería que Hollande no quiere bailar flamenco.

v.yanguela@codetel.net.do

 

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