Violeta
Yangüela
Decía
José Bono, el entonces ministro de Defensa del gobierno español de José Luis Rodríguez
Zapatero, “a ETA habría que enseñarle, seria y democráticamente, los dientes”.
Mientras tanto en el año 2004, Rodríguez Zapatero lanzaba la propuesta de una
alianza entre el mundo musulmán y Occidente llamada Alianza de Civilizaciones
con el fin de combatir el terrorismo que no fuera por la vía de los
dientes. Naciones Unidas adopta la
iniciativa en el 2007.Dice Alvin Toffler en su libro Las guerras del futuro que el “término civilización es suficientemente amplio para abarcar materias tan variadas como la tecnología, la vida familiar, la religión, la cultura, la política, las actividades empresariales, la hegemonía, los valores, la moral sexual y la epistemología. Las colisiones resultantes de dos civilizaciones radicalmente diferentes podrían suscitar en los próximos años un derramamiento de sangre de la peor especie”.
Al
parecer el debate político de la actualidad “de esas colisiones” se divide
entre los que se apuntan a la negociación, las sanciones y la diplomacia y los
que prefieren afilar los dientes. Por
supuesto eso en términos de “ideología” tiene su etiqueta. Los de los dientes son de la derecha,
fundamentalistas, conservadores, neocon, en pocas palabras, los malos y los
feos de la película y los de las negociaciones son los de la izquierda, los progresistas,
los social demócratas que son los buenitos de la misma película.
Por
el lado de la negociación se aplican sanciones a las naciones-estados que
intentan mostrar los dientes. La Unión
Europea tiene sancionados con medidas restrictivas a 26 países que también se incluye
en la lista a organizaciones terroristas como Al Qaeda. Esas sanciones son de varios tipos. Desde embargos de armas pasando por
transacciones financieras. Al parecer
los resultados han sido fallidos. Al Qaeda sigue tan campante como el Juancito
del anuncio.
Le
llaman el “poder blando”. Es decir
resolver los conflictos por la vía diplomática y de negociación. ¿Una manera de establecer la diferencia con
Estados Unidos y su “facilidad” para el uso de los dientes?
Parecería
es lo que ha primado en la Unión Europea, pero también parecería que hasta
ahora. Por lo menos en Francia. Y en ésta ocasión es precisamente un
presidente del partido de los buenitos que ha decidido sacar los dientes. Eso sí, “seria y democráticamente”. Francia cuenta con el permiso para el uso de
la fuerza que le ha sido otorgado por la Resolución 2085 de Naciones Unidas.
Ese permiso la santifica como una guerra
legítima, justa, moral, humanitaria y en
la legítima defensa.
Francia
está en guerra.
¿Guerra
contra el terrorismo? ¿Colisión de civilizaciones?
Dijo
Oriana Fallaci que si Carlos Martel no hubiera existido, los franceses estuvieran
bailando flamenco.
Parecería
que Hollande no quiere bailar flamenco.
v.yanguela@codetel.net.do
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