Violeta
Yangüela
Dice la Real
Academia de la Lengua Española (RAE) que
precipicio significa:
1.- Despeñadero
o derrumbadero por cuya proximidad no se puede andar sin riesgo de caer.
2.-Despeño o
caída precipitada o violenta.
3.-Ruina espiritual.
Sin
duda que el precipicio fiscal de los
Estados Unidos parece cumplir con su definición.
Resulta
que Estados Unidos ha caminado por la proximidad del precipicio y se ha
olvidado del riesgo de caer. Ahora es
evitar la caída. Y ahí es, como dicen los dominicanos, que aparece “el pelo en el sancocho”.
Meses
atrás, mientras se discutía el límite de la deuda pública llegaron a un acuerdo del desacuerdo para
posponer el debate antes del nuevo año. El antes del nuevo año ha llegado y
de no lograrlo, implica una subida de
impuestos y recortes del gasto público que entraría en vigor automáticamente el
primer dia del nuevo año. Los impuestos que fueron aprobados en la
administración del presidente George Bush expiran en esa fecha y de acuerdo a
la información de Hacienda el próximo día 31 Estados Unidos superará el techo
de deuda aprobado por el Congreso.
Se
supone que de no llegar a un acuerdo, la caída será precipitada en más
impuestos y recortes al Departamento de Defensa, ayudas y programas sociales. Dicen los expertos que provocará que la economía se contraiga lo que también provocará
un impacto sobre el crecimiento, un aumento de la tasa de desempleo y Estados Unidos podría entrar en lo que
llaman una recesión. También señalan los
expertos que sin ninguna duda la recesión
impactaría al resto de los países del planeta.
En
cuanto a la tercera definición de la RAE de “ruina espiritual” se acomoda al
discurso de algunos pensadores que señalan el descenso del liderazgo de los
Estados Unidos en la globalidad. Esa
posibilidad de “ruina espiritual” se
hizo presente en la campaña presidencial reciente.
Para
algunos se trata del hundimiento del prestigio de la primera potencia mundial y
el surgimiento de nuevos liderazgos regionales. El académico norteamericano Immanuel
Wallerstein sostiene que a partir de la década de los 70 comenzó un “lento
proceso de declive del poder de Estados Unidos.
Sus aliados más importantes dejaron de ser sus satélites y comenzaron a ser
considerados como socios en la toma de decisiones conjuntas sobre política
internacional, pero sin alejarse demasiado de la visión estadounidense, como el
caso del G-7”.
Otros argumentan las amenazas principales a
la dominación de USA en la economía global con la pérdida de
influencia económica debido a la disminución de su parte en el comercio
mundial, la decadencia de la innovación tecnológica estadounidense y el fin del
estatus privilegiado del dólar como moneda mundial de reserva.
Parecería
que ese precipicio no es solo estadounidense.
Publicado 31 de diciembre 2012
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