Violeta Yangüela
El presidente de Bolivia Evo Morales acusa al
embajador de los Estados Unidos Philip Golberd de conspiración contra la
democracia y de buscar la división de Bolivia con su respaldo a las protestas
de los grupos de apoyo a las autonomías regionales. Es declarado persona no
grata y expulsado de Bolivia.
En respuesta recíproca, el gobierno de los
Estados Unidos ordenó la expulsión del embajador boliviano en Washington. Sean McCormack, vocero del Departamento de
Estado de los Estados Unidos negó que Golberd haya instigado los ataques de la
oposición al gobierno y que esas acusaciones no tenían fundamento.
El presidente Hugo Chávez ordena la expulsión
del país del embajador de los Estados Unidos y le concede un plazo de 72 horas
para salir del país en un acto de
solidaridad con el gobierno de Bolivia.
Con el grito de “váyanse al carajo, yanquis de la mierda que aquí hay un
pueblo digno, váyanse a la mierda”
Estados Unidos también ordena la expulsión del
embajador de Venezuela y el vocero McCormack expresa su pesar por la decisión
del Evo Morales y de Hugo Chávez de expulsar a los embajadores estadounidenses
y afirmó que es un reflejo de la debilidad y la desesperación de ambos líderes
frente a los desafíos internos.
Hugo Chávez de nuevo declara que si los
“pitiyanquis” financiados y armados por el imperio derrocan a algún gobierno
nuestro, tendríamos luz verde para iniciar operaciones de cualquier tipo y
restituir el orden en el país hermano.
Esas declaraciones del teniente coronel de
Venezuela son respondidas por las Fuerzas Armadas bolivianas rechazando
enfáticamente intromisiones externas de cualquier índole vengan de donde vengan
y que no permitirá que ningún militar o fuerza extranjera pise territorio
boliviano.
El gobierno venezolano le responde con un
comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores haciendo un llamado al
Comandante de las Fuerzas Armadas de Bolivia que en vez de cuestionar la solidaridad
de Venezuela, el General boliviano tiene el deber de cumplir con firmeza su
juramento de lealtad al gobierno legítimamente electo.
Se le agrega a ese Comunicado las declaraciones
de Hugo Chávez en las que dice no pretender involucrarse en los asuntos
internos de ningún país aunque ratificó que no se quedaría de brazos cruzados en
caso de que se lleve a cabo un golpe de Estado en Bolivia o ataquen al
presidente de ese país.
Mientras tanto, el Departamento del Tesoro de
Estados Unidos incluyó en su lista de Nacionales Especialmente Designados y
Personas Bloqueadas, que significa la congelación de los bienes y la
prohibición de realizar negocios y transacciones con los implicados, al ex
ministro de Relaciones Interiores Ramón Rodríguez Chacin, al jefe de la Dirección
de los Servicios de Información y de Prevención (DISIP), Henry Rangel Silva y
al jefe de la Dirección General de Inteligencia Militar, (DIM) Armando Carvajal
Barrios por estar relacionados con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia (FARC)
¡! Qué coincidencia!
Resulta que dos de estos señores a los que se
les han congelado sus bienes e impedidos realizar negocios, son protagonistas de
la conspiración del famoso maletín de
los 800 mil dólares destinados a financiar la campaña del socio bolivariano en
Argentina.
v.yanguela@codetel.net.do
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