Violeta
Yangüela
El
centro educativo Brandeis University de Boston ha echado atrás la decisión de
conceder el doctorado Honoris Causa a Ayaan
Hirsi Ali, por las presiones de profesores y estudiantes que
argumentaron la “islamofobia” de Ayaan.
Ayaan
Hirsi Ali sale de Somalia en los años 90, para unirse en un matrimonio concertado
por su familia, con un primo residente en Canadá, cumpliendo con el mandato de
su religión islámica. En el camino
decide huir y pide asilo político en Holanda. Obtiene la ciudadanía y se
integra a la participación política. Es electa al Parlamento.
En
el 2004 escribe un corto metraje dirigido por Theo Van Goth, titulado Sumisión
en el que muestra los abusos a la mujer, permitidos por el Islam y su libro
sagrado a nombre de Alá y su Profeta.
Theo
Van Goth es asesinado en Ámsterdam por un islámico holandés. Cuatro disparos y luego un cuchillo clavado
con una carta para Ayaan con la amenaza de
muerte. A partir de esa “fatwa” es
escoltada y escondida. Mientras, el
Ministerio de Inmigración holandés intenta revocarle la ciudadanía y los vecinos de
Ayaan protestan molestos por la seguridad y piden que abandone la vivienda en
la que se refugiaba.
En
esas circunstancias abandona Holanda y decide irse a Estados Unidos.
En
el 2006 publica su autobiografía con el titulo Infidel: My Life. La versión en inglés es calificada por el New
York Times como “valiente, inspiradora y hermosamente escrita”. Fareed Zakaria agregaría “un asombroso libro
por una asombrosa persona”.
Mientras
Brandeis University anula el Honoris Causa a Ayaan, irrumpe en los medios
globales el secuestro de Boco Haram de
más de 200 niñas en una escuela en Nigeria con la amenaza de venderlas como
esclavas “en nombre de Dios”. La comunidad internacional expresada en las redes
sociales se asombra y se indigna. Los cartelitos “bring back our girls” inundan
los medios de comunicación globales.
Posiblemente
habría que recordarle a las celebridades y a los protagonistas de las redes
sociales que el Profeta en su guerra contra
la tribu judía Banu Qurayzah, acusada de conspirar contra Mahoma, todos los
hombres fueron asesinados y las mujeres y niños vendidos como esclavos. Luego
santificado en el Corán “en nombre de Dios”.
Boco
Haram, traducido como “la educación occidental es pecado” quiere para Nigeria
un país islámico con la implantación de la ley divina del Corán. Dice el líder islamista
nigeriano “las mujeres no se educan, se casan”.
¿No
es precisamente el abuso del Islam a la mujer lo que revela el corto metraje
escrito por Ayaan Hirsi Ali?
A
propósito, ¿dónde se esconden los colectivos feministas?
¿Dónde
están los profesores, estudiantes y las autoridades de Brandeis University que
aceptaron el argumento de “islamofobia” como bueno y válido para anular el Honoris Causa
de Ayaan Hirsi Ali?
¿Estarán
en Nigeria?
v.yanguela@codetel.net.do
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