Violeta
Yangüela
En
la campaña electoral para obtener la herencia, Nicolás Maduro había declarado
que “aquí vengo a cumplir su orden. No soy Chávez, pero soy su hijo y todos
juntos, el pueblo, somos Chávez”. Parecería que ahora es solo Chávez al afirmar
recientemente que “no soy un nuevo Stalin, soy el hijo de Hugo Chávez”
Se
creía que había sido el heredero señalado por la dedocracia pero lo que no se sabía que la herencia llegaba por la vía
genética. Nicolás Chávez- Maduro.
Resulta
que Nicolás Chávez-Maduro ha realizado cambios en sus ministerios y uno de
ellos es el de Planificación. Al parecer a Jorge Giordani no le ha gustado
su destitución y ha divulgado una carta en la que le dice al hijo de Chávez que
es “incapaz de liderar Venezuela, un improvisado al frente del gobierno, además
de despilfarrar y derrochar los recursos del Estado”.
Según
el autor de la carta, antes de que Chávez-Maduro asumiera el gobierno,
“advirtió que venía un crisis de desabastecimiento”.
Pero
el asunto no se queda en Giordani, el también suspendido ex ministro Héctor
Navarro, colaborador de Chávez desde 1999, y pasando por los Ministerios
de Educación, Cultura y Deportes, de Ciencia y Tecnología,
y de Energía Eléctrica era también responsable de Formación Política e Ideológica
del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), y en apoyo a su compañero Giordani también escribe
una carta en la que exige que se investiguen las irregularidades de entrega de
divisas administradas por el Gobierno y además le pide a Maduro que se comporte
como un “estadista”.
Ambos
han sido también suspendidos del PSUV.
A
estos dos ex ministros se les suma un grupo de militares retirados compañeros
de Chávez en su golpe de Estado de 1992 para pedir la renuncia de Maduro. Consideran los ex golpistas que “Venezuela es
un barco que hace aguas” y exclaman ¡!
Esto es inaguantable!
¿Oposición
a Nicolás Chávez-Maduro desde el chavismo?
Por
supuesto, dice Nicolás que “los gringos se están moviendo y están contentos con
la crítica”.
Mientras
los gringos se alegran, la cotidianidad de los venezolanos es la búsqueda de
los alimentos esenciales que han desaparecido del mercado. Desde el papel higiénico, pollo o leche, Venezuela tampoco tiene medicinas y de acuerdo a las informaciones
estadísticas la escasez alcanza un 80% en el material médico quirúrgico. Para
colmo, con el agravante de la escasez de ataúdes para enterrar sus muertos.
¿Socialismo
del Siglo XXI?
v.yanguela@codetel.net.do
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