Violeta Yangüela
Anthony Giddens es considerado como el padre de
lo que se ha llamado la Tercera Vía con
un subtítulo explicativo que se
trata de la renovación de la social democracia. Al igual que otros pensadores
actuales, Giddens examina el cambio que se ha producido en la esfera de lo
privado en torno a la sexualidad, la igualdad sexual, la familia y las
relaciones personales calificándolo como una revolución global.
Para Giddens, los principios que son la base
del sistema democrático, como son la igualdad de derechos y responsabilidades
que se reflejan en el respeto mutuo, el diálogo y la confianza, son los mismos
principios que deben regir las relaciones en la esfera de lo privado, por lo que se hace necesaria la
democratización de las emociones para mejorar la vida cotidiana.
Sin embargo, éstos cambios considerados por el
autor como una revolución global, tienen características diferentes dependiendo
de las situaciones y circunstancias políticas en las cuales se producen esos
cambios y ahí es donde los principios democráticos válidos para la política se
interconectan o sencillamente no existen en la esfera de lo privado.
En la actualidad, la Suprema Corte de Estados
Unidos ha escuchado los argumentos de 16 querellantes de cuatro Estados, Ohio,
Michigan, Tennessee y Kentucky, donde el
matrimonio entre personas del mismo sexo aún es prohibido. Con el apoyo del presidente Barack Hussein,
intentan lograr el reconocimiento constitucional para poder casarse ya que esos
cuatro estados definen el matrimonio como
la unión entre un hombre y una mujer.
El matrimonio entre parejas del mismo sexo ha
sido aprobado en 37 estados, lo que una sentencia de la Suprema Corte considerándolo
constitucional implicaría la aprobación de
los estados que aún lo prohíben.
El argumento de los querellantes se fundamenta
en la Decimocuarta Enmienda que
establece la protección igualitaria ante la ley por lo que la prohibición del
matrimonio homosexual es inconstitucional.
En la Sección 1 de la Enmienda dice;
“Toda persona nacida o naturalizada
en los Estados Unidos, y sujeta a su jurisdicción, es ciudadana de los Estados
Unidos y del Estado en que resida. Ningún Estado podrá crear o implementar
leyes que limiten los privilegios o inmunidades de los ciudadanos de los
Estados Unidos; tampoco podrá ningún Estado privar a una persona de su vida,
libertad o propiedad, sin un debido proceso legal; ni negar a persona alguna
dentro de su jurisdicción la protección legal igualitaria”.
Sin
duda que Giddens tiene razón. En estos
tiempos, la sexualidad no viene dada con el nacimiento, es una opción que se
puede escoger, elegir ser homosexual, heterosexual, lesbiana o transexual. La
igualdad no es solo ante la ley, sino igualitarismo. La familia puede ser dos
papás o dos mamás cuando la compra de semen o de vientre es anónimo, o por
adopción y en algún caso dos mamás y un papá. En algún otro caso se definen
como Progenitor A y Progenitor B.
Y
también sin ninguna duda esas emociones se están convirtiendo en las políticas
públicas de los gobiernos. Como dijera Conchita Wurst, la cantante barbuda
ganadora del último festival de
Eurovisión, “somos imparables”.
¿La
emociones como eje de la sociedad en sustitución del eje de la razón?
v.yanguela@codetel.net.do
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