Violeta
Yangüela
Parecería
que Iberoamérica cambia. Mauricio Macri, el ganador de las elecciones en
Argentina afirma en su discurso de juramentación que “viene un tiempo nuevo de
diálogo y trabajo en equipo, el desafío que nos aguarda es tarea de todo el
pueblo argentino e implica una responsabilidad compartida por todos”.
Es
simbólico su llamado ya que la presidente saliente se negó a entregar al nuevo
presidente el bastón de mando y la banda presidencial y a participar en la
ceremonia de investidura. Sin duda que Cristina no comparte el discurso.
Durante
sus dos períodos presidenciales las cifras económicas oficiales argentinas
dieron lugar a que The Economist publicara un artículo titulado Don´t lie to, me Argentina (No me
mientas Argentina) en el que anunciaba la no publicación de las estadísticas
económicas argentinas por sus falsedades.
En
Venezuela ha triunfado la oposición en las elecciones parlamentarias. Parecería
que el pajarito ha desaparecido del escenario. Lo que no ha desaparecido
son las maniobras chavistas de manos de Diosdado
Cabello, el presidente saliente de la Asamblea Nacional, que antes de
despedirse del poder parlamentario
intenta los “amarres” para una confrontación institucional con la
creación de un “Parlamento Comunal”.
Dice
Diosdado que “el poder más importante que hay es el poder de las comunas, no
hay otra forma de organización. En las comunas y los consejos comunales debe
haber revolucionarios y revolucionarias y no puede ser un instrumento de la
contrarrevolución”. ¿Asamblea paralela?
En
la fiesta de los precios del petróleo las políticas de la redistribución se
hicieron permanentes y la ilusión de liderazgo regional, con los petrodólares
en la mochila, terminó con la inflación más alta del mundo, la violencia y la
escasez de productos alimentarios y medicinales.
Por
supuesto el discurso antinorteamericano no podía faltar. Parecería que
Venezuela se ha quedado sin los petrodólares y sin el pretendido liderazgo
regional.
En
Brasil se lo creyeron. Los Bricks comienzan con la B de Brasil Los países emergentes y los delirios de grandeza llegaron con el
Mundial del Futbol y los Juegos Olímpicos del 2016.
En
la actualidad Brasil está en protesta en medio de un juicio político en proceso
contra Dilma Rousseff acusada de
violación a las leyes fiscales y manipulación de las finanzas públicas, en medio del escándalo de corrupción de Petrobras por
sobornos y lavado de dinero.
El
Fondo Monetario Internacional (FMI) pronostica un decrecimiento de 1% para 2015
y la agencia calificadora financiera Fitch ha rebajado la deuda brasileña a la
categoría especulativa. Lo justifica
afirmando “una recesión económica más
importante de lo previsto y una mayor incertidumbre sobre la situación
política”.
Alguien
dijo una vez, “es la economía, estúpido”.
v.yanguela@codetel.net.do
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