Violeta
Yangüela
En
el año 2009 el extinto teniente coronel Hugo Chávez y ahora San Hugo, anunció
el invento de unos restaurantes populares. Les llamó “Restaurantes Chávez” que incluían vino,
velitas, vista al mar y por supuesto atención esmerada con el objetivo de
combatir el alto costo de la vida y terminar con la explotación de los
clientes.
Asunto
de matemáticas bolivarianas.
En la actualidad, según los que llevan las
cuentas, Venezuela tiene una deuda de 100 mil millones de dólares y el pasado año importó en
alimentos 37 mil millones lo que explica que los analistas prevean un “default” del
pago de la deuda en los próximos meses.
El
asunto parece complicarse con el pago de 800.000 barriles de petróleo por día a
la deuda China. Con la bajada del precio del petróleo, Venezuela necesita
exportar más petróleo a China para saldar su deuda, lo que a su vez deja menos
barriles por día para vender en moneda “contante y sonante”.
Dice
Ricardo Hausmann, profesor de Harvard y nacido en Venezuela, que “las
importaciones que ya habían sido comprimidas en el 20% en 2015, tendrán que
caer más de un 40%, aunque el país detenga el servicio de la deuda”.
Y
lo explica. “Si los precios del petróleo se mantienen en el promedio de los niveles
del mes de enero, las exportaciones
serán menos de 18 mil millones y el servicio de la deuda es de 10 mil millones”
Asunto
de matemáticas ¡sin apellidos!
Y
esas matemáticas explican la tasa de inflación más alta del mundo, la tasa de
90 homicidios de cada 100,000, la caída
de la producción, la escasez de los productos en el mercado y ahora los cortes del suministro
eléctrico de cuatro horas diarias decretados por Nicolás Maduro.
Nicolás
Maduro ordenó a la Procuraduría que abriera un proceso legal al profesor
Hausmann calificándolo como un “bandido”.
La
culpa es de la guerra económica y por supuesto del Satán de las Estados Unidos
al decir de Chávez en su frase “en este lugar huele a azufre” por la presencia
del presidente de Estados Unidos, George Bush, en la Asamblea General de
Naciones Unidas del 2006.
Dicen
que la necesidad tiene cara de hereje y como Venezuela necesita importar
petróleo liviano para mezclarlo con su petróleo pesado, con el levantamiento de la prohibición de
exportación el pasado año del Satán, Venezuela ha importado medio millón de
barriles a Estados Unidos.
También
asunto de matemáticas. Es más barato
importarlo de Estados Unidos que de países africanos.
¿Pero
bueno, que habrá sido de los Restaurantes Chávez, sus velitas, sus vinos y de las
matemáticas bolivarianas?
v.yanguela@codetel.net.do
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