lunes, 3 de octubre de 2016

LAS GUAYABERAS


Violeta Yangüela
Se ha firmado en Cartagena  de Indias el Acuerdo de Paz que se supone pone fin al conflicto ¿guerrillero? entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno colombiano.
El escenario de la firma el líder de la ¿guerrilla? Rodrigo Londoño, por supuesto su alias Timochenco, y del presidente colombiano Juan Manuel Santos fue todo un espectáculo.  Con más de 2,500 invitados, todos vestidos en guayaberas blancas, con la presencia de dirigentes ¿guerrilleros? y jefes de Estado del mundo mundial ocuparon el micrófono el secretario general de Naciones Unidas Ban-ki-moon, Timochenco y el presidente Santos.
Entre los putos del acuerdo se establece la impunidad de los delitos y la FARC se  constituirá en un partido político que participará en el sistema democrático. Esa participación  comienza con el regalo de cinco senadores y cinco en la Cámara de Representantes a partir  del 2018, durante ocho años, sin tener que competir en el juego electoral.  El nuevo partido político de la FARC tendrá el 10% de la apropiación presupuestaria para el financiamiento de los partidos y movimientos políticos. Además de un cinco por ciento adicional para financiar la difusión de su pensamiento político, tendrán acceso a 31 emisoras de radio y a un nuevo canal de televisión. Incluye una reforma rural integral de distribución gratuita y permanente.
Dicen los que llevan las cuentas que el conflicto por más de 50 años en Colombia, deja más de 200.000 mil muertos, 25,000 mil desaparecidos y alrededor de 30,000 secuestros.
Luego de la firma, la Unión Europea suspenderá las sanciones contra la Farc y será eliminada de la lista de organizaciones terroristas. También Estados Unidos, condicionada al cumplimiento del acuerdo, está dispuesto a revisar la inclusión de la FARC en la lista.
 Dice el secretario de Estado John Kerry que “la firma del acuerdo es un paso importantísimo y que su país apoya este proceso plenamente”.
Los discursos de los firmantes han sido impresionantes. Sobre todo el del nuevo demócrata.
 Dice el líder ¿guerrillero? Timochenco, “su firma no significa que capitalismo y socialismo comenzaron a sollozar reconciliados en abrazos el uno del otro.  Aquí nadie ha renunciado a sus ideas, ni arreado sus banderas derrotadas.  Hemos acordado que seguiremos confrontándolas abiertamente en la arena política sin violencia, en un apoteósico esfuerzo por la reconciliación y el perdón por la convivencia pacífica, el respeto y la tolerancia y sobre todo por la paz con justicia social y democracia verdadera. Que nadie dude que vamos hacia la política sin armas.  Preparémonos todos para desarmar las mentes y los corazones”.
O sea, Timochenco, perdón. Rodrigo Londoño será el nuevo líder político de la “democracia verdadera” de Colombia.
Como dicen que dijo Miguel de Cervantes en el Quijote ¡Cosas veredes amigo Sancho, que harán hablar las piedras!
v.yanguela@codetel.net.do

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