Violeta
Yangüela
Los
“exits” están de moda.
Hasta
ahora el “Grexit” y el Primer Ministro Alexis Tsipras se llevan el premio. Amenazada con la imposibilidad de cumplir con
el pago de su deuda, Grecia y la Unión Europea acuerdan un rescate financiado por el Fondo Monetario
Internacional, la Unión Europea y el Banco Central Europeo. Le llamaron la Troika.
Tsipras
rechaza las condiciones del acuerdo y lo somete a un referéndum pidiendo el NO.
Triunfa el NO y luego del triunfo, el flamante Alexis firma con la Unión
Europea para aceptar el acuerdo presentado por la Troika.
El
resultado no fue un Grexit sino un Grex-in.
Luego llegó el Brexit. Los ciudadanos del Reino Unido le han dicho a
la Unión Europea que NO.
Inglaterra
se sale de la UE y se prepara para “negociar” su salida. Dice Timothy Garton Ash “lo máximo que podemos aspirar a corto plazo
es a reducir todo lo posible ese daño y aprovechar los aspectos positivos que
puedan haber en este gigantesco marasmo. En otras palabras, durante los próximos
años la política británica consistirá en una búsqueda del mal menor”.
Dice
el ex viceprimer ministro Nick Clegg que “el gobierno no tiene idea de qué
hacer con el Brexit”.
Parecería
que en esa búsqueda ya comienza a debatirse la posibilidad de salir pero no
irse. Quiere decir, mantener algunos de los acuerdos con la Unión. Los términos
del acuerdo tienen que ser aprobados por los 27 parlamentos nacionales de la UE
por lo que no se sabe si el Brexit también terminará en un Brex-in.
El
“exit” en Iberoamérica es harina de otro costal. Venezuela no ha tenido un Venexit,
Venezuela ha sido expulsada del MERCOSUR.
Los
cuatro países fundadores del MERCOSUR, Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay,
han notificado a Venezuela que cesa de ejercer sus derechos inherentes como
Estado parte del bloque regional por haber incumplido las obligaciones asumidas
en el Protocolo de Adhesión.
Esos requisitos no cumplidos se refieren a
acuerdos económicos, derechos humanos e inmigración. Dice el comunicado: “El no
cumplimiento por parte de la República Bolivariana de Venezuela de lo acordado
en el Protocolo de Adhesión en cuanto a la normativa vigente del MERCOSUR”.
En
respuesta a la expulsión, dice el presidente venezolano, Nicolás Maduro,
“Venezuela no reconoce esa decisión espuria y sigue ejerciendo su presidencia
pro témpore del MERCOSUR. Es un golpe de Estado injusto, inmoral de la triple
alianza. Lo impuso el gobierno brasilero golpista y la ultraderecha
argentina. A nosotros no nos saca
nadie”.
Definitivamente
Nicolás Maduro, a pesar del golpista y de la ultraderecha, quiere un
Venex-in.
v.yanguela@codetel.net.do
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