lunes, 26 de diciembre de 2016

LA CONQUISTA DEL IMPERIO

Violeta Yangüela
Sin ninguna duda que la campaña electoral presidencial de los Estados Unidos es el mayor espectáculo del mundo mundial. A partir de las primarias para elegir el candidato de los partidos Demócrata y Republicano comenzaron, no se sabe si es una serie, una película o una telenovela y aún se estrenan diferentes capítulos.
Los debates de los aspirantes a la nominación presidencial de los partidos fueron todo un espectáculo para contemplarlos en primera fila.
Con la elección de Hillary Clinton y Donald Trump, se calienta el concurso y el lenguaje “políticamente correcto” queda enterrado.
Para los demócratas el talante de Trump como inculto, defraudador, homofóbico, anti-ecologista, islamofóbico, derechista, racista y sobre todo y más que todo anti-inmigrante, se diría en lenguaje post moderno, se hace viral.  En palabras de Hillary, el candidato republicano es inaceptable para ser presidente de los Estados Unidos y sus seguidores son deplorables.
Para los republicanos, el talante de Hillary como negligente y descuidada por el uso del servidor personal de correo electrónico como Secretaria de Estado y poner en riesgo la seguridad de los Estados Unidos  y corrupta por sus vínculos con la Fundación Clinton. Por supuesto, las acusaciones en el tema sexual no podían quedar fuera del debate.
Y llegaron los rusos. Y el espectáculo continúa.
Durante la campaña electoral comenzaron los rumores sobre el hackeo ruso de los ordenadores del Partido Demócrata y la relación de Donald Trump con Vladimir Putin.
Luego del triunfo de Trump como candidato presidencial la Agencia Central de Inteligencia (CIA) afirma que los rusos intervinieron para beneficiar a Trump con el objetivo de “mermar la confianza de los estadounidenses en el sistema electoral”. La Oficina Federal de Investigación (FBI) respalda las afirmaciones de la CIA.
Un mensaje del  director de la CIA dice, “hay un fuerte consenso entre nosotros en el alcance, naturaleza e intensión de interferencia rusa en nuestra elección presidencial”.
El presidente Barack Hussein Obama, sin culpar directamente a Putin, afirma “no pasa mucho en Rusia sin Vladimir Putin”.
Dice Hillary Clinton que “la intervención del gobierno ruso a favor de Trump se debe a la animadversión personal que tiene Vladimir de ella por la acusación que hizo  en el 2011 de irregularidades en las elecciones parlamentarias de ese año”.
La revista Forbes ha elegido a Vladimir Putin como el hombre más poderoso del mundo “por su capacidad para mantener la influencia de su país en prácticamente todos los lugares del planeta. Desde Siria hasta las elecciones presidenciales de Estados Unidos, Putin sigue consiguiendo lo que quiere”.
Parecería que lo que no logró la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, lo ha conseguido Vladimir.
¡La conquista del Imperio!
v.yanguela@codetel.net.do


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