Violeta
Yangüela
Las
elecciones conforman la base fundamental de lo que es el sistema político
democrático. No es de extrañar que los dictadores y los caudillos utilicen el
sistema como una apariencia de que su régimen se ajusta a los dictados
reglamentarios del sistema.
En
Iberoamérica los ejemplos no faltan, sobran y posiblemente el mejor ejemplo es
el dictador Rafael Leónidas Trujillo en Dominicana que gobernó el país por 30
años.
El
dictador no solo hacia elecciones cada cuatro años sino que también el voto era
obligatorio y a los votantes se le
estampaba un sello en su documento de identidad con un “votó”. Al mismo tiempo mantenía
un Congreso con Diputados y Senadores y con el Poder Judicial. Toda una
estructura del sistema democrático.
En
la actualidad aún quedan los que se quieren mantener en el poder pese a la
prohibición Constitucional de la no reelección.
En
los países democráticos las elecciones de la actualidad se han convertido en
una película y para empezar lo que sucede en Estados Unidos es el lugar del
escenario.
Con
la excepción de Ross Perot, recientemente fallecido, que intentó una candidatura a la presidencia en dos ocasiones, los dos partidos
tradicionales, el demócrata y el republicano han sido los protagonistas de las
elecciones.
Los
aspirantes a la presidencia del Partido Demócrata suman 25 y hay de todo un poco. No se sabe quién es más
de izquierda y parecería que se lo disputan. ¿Se dividirá el Partido Demócrata para las elecciones
del próximo año?
Los
franceses que se sentaron a la derecha y los que se sentaron a la izquierda
jamás se imaginarían que izquierda y derecha quedarían como una explicación de
las ideas que se sustentan en los partidos de la actualidad.
En
Europa los nuevos protagonistas invaden las elecciones.
España
se encuentra con cinco partidos aspirantes al gobierno y no se han podido poner
de acuerdo para una mayoría que gobierne.
El
presidente francés, Emmanuel Macron gana las elecciones con la creación de su
partido En Marcha. En Alemania los nuevos protagonistas irrumpen en las
elecciones y llegan líderes con nuevos partidos.
Para
las elecciones del Parlamento Europeo los partidos tradicionales han perdido
poder y el Partido de los Verdes hace su entrada triunfal.
Por
casualidad, ¿se convertirá el LGBTI en un partido político?
¿Un
nuevo escenario partidario?
v.yanguela@codetel.net.do
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