Violeta Yangüela
Parecería ser que en los cambios del desarrollo histórico de la humanidad un nuevo instrumento tecnológico es el pivote que genera la evolución de ese cambio siempre amparado por otras variables que los pensadores que se ocupan de explicarlo lo definen de diferentes maneras.
Así como la máquina de vapor se convirtió en el “invento” o el pivote para señalar el comienzo de la era industrial, un señor de nombre Johannes Gutenberg se le ocurrió inventar la imprenta, que algunos señalan como la más importante innovación tecnológica antes de la revolución industrial.
Dicen que los chinos ya la habían inventado pero también dicen los que se encargan de relatar la historia que por los 1400 decidieron encerrarse reviviendo las murallas, prohibiendo los viajes oceánicos y decretando que todo aquel que se encontrara construyendo un barco de más de dos mástiles sería castigado con la pena de muerte. Al parecer la imprenta china quedó encerrada en sus murallas.
En 1987 la muralla fue incluida como Patrimonio de la Humanidad y el 2007 fue elegida como una de las Siete Maravillas del Mundo Moderno. En la actualidad la muralla china es mercadeada como atractivo turístico y China con sus viajes oceánicos invade al mundo con sus exportaciones.
Gutenberg y su imprenta revolucionó la comunicación y Lutero, el de la protesta religiosa, aprovechó el instrumento para difundir su pensamiento. En l521 el Edito de Worms determinó quemar sus panfletos con la prohibición de vender, leer e imprimir sus libros los cuales tenían que ser destruidos por el fuego.
También por los 1500 Selim, el Sultán del Imperio Otomano, decretó la pena de muerte a quien fuera encontrado usando una imprenta. Se prohibió la impresión por temor a las opiniones de los responsables del poder religioso.
A lo que fuera un Imperio con universidades, bibliotecas, matemáticos, científicos se le puso una muralla al pensamiento para salvaguardar la seguridad de sus creencias. El pensamiento lógico le cedería terreno al pensamiento teológico. No es hasta finales del Siglo XVIII que se traduce al árabe el primer libro occidental y consistía en un libro médico para el tratamiento de la sífilis.
A más de 500 años de la imprenta un nuevo invento sustituto es el protagonista de la prohibición en los regímenes totalitarios: el internet.
En la actualidad en el mundo del Islam las prohibiciones siguen. El internet está controlado por la seguridad del Estado con un sistema para controlar la información y en Irán está prohibido su uso a los jóvenes menores de 18 años. Aún y a pesar de las prohibiciones, las imágenes de las revueltas que han llamado “primavera árabe” llegan a los medios de comunicación globales a través de la red digital. Parecería que es la misma historia y que solo cambian los escenarios.
¿Abrirán las murallas al pensamiento lógico en el mundo del Islam?
(Publicado 12 de diciembre 2011)
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