Violeta
Yangüela
En
todo proceso de cambio en la historia ha habido un mecanismo de comunicación
que ha servido como instrumento para la difusión y la información. La imprenta
en tiempos lejanos dio lugar a la expansión de la Reforma de Martin Lutero y
esa reforma implicaría un cambio fundamental en la historia.
Con
la Ilustración se produce el cambio del eje de la religión al eje de la razón.
Nace lo que se llamaría la modernidad.
Parecería
que en la actualidad la modernidad se ha quedado rezagada y se da el cambio del
eje de la razón al eje de las emociones acompañada por el instrumento digital
de la comunicación. Anthony Giddens lo denomina la “democratización de las
emociones”.
¡La
post modernidad!
En
la actualidad, las noticias de las emociones inundan los medios globales de
comunicación y a partir de la denuncia en Hollywood del acoso sexual el tema se convierte en “viral” y surgen las
organizaciones y las protestas globales.
El
debate se expande y parecería que habrá que legislar para definir el “acoso”. Una cosa es la violación y otra el “acoso”. Y ya parece que se comienza.
Para
la Junta de Andalucía de España los piropos callejeros “son una forma de
violencia de género socialmente aceptada que normaliza el papel de las mujeres
como objetos sexuales”.
Las
políticas públicas de los gobiernos y de las instituciones globales se suman a
la “democratización de las emociones”.
En
días recientes, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ordenó a sus 22
países miembros que reconozcan plenos derechos a las parejas del mismo sexo y
permitan el cambio de identidad sexual en los registros civiles.
En
Estados Unidos, Chelsea Manning, el antiguo soldado Bradley que filtró los
cables confidenciales del Departamento de Estado a WikiLeaks, condenado a 35
años de prisión y conmutada su pena a
los siete años en prisión por Barack Obama, es un hecho demostrativo. En
prisión, se declara en huelga de hambre para exigir que el Ejército le “facilitara” una operación de cambio de sexo. Luego de
cinco días de huelga, el Ejército aprueba el tratamiento.
Ahora
Chelsea quiere ser senadora.
Chelsea
ha presentado una solicitud de candidatura ante la Comisión Electoral Federal
para las elecciones de
noviembre del 2018 y representar el estado de Maryland en el Senado en defensa
del Partido Demócrata. El comité de campaña se llama “Chelsea Manning para el
Senado de Estados Unidos”.
En el Reino Unido la soledad es un asunto de Estado. Theresa May
ha creado un ministerio para la soledad.
v.yanguela@codetel.net.do
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