martes, 30 de enero de 2018

EL BOXEO POLÍTICO

Violeta Yangüela
En el escenario, Lenin Moreno y Rafael Correa.
En el 2017 Rafael Correa se aseguró de tener la oportunidad de volver a la presidencia con la aprobación, a través del Parlamento, de una medida que permitía la reelección indefinida a partir del 2021. Para las elecciones de ese año no iría como candidato de su partido Alianza País y escoge a Lenin Moreno, su colaborador y Vicepresidente desde el 2007 al 2013.
En el primer round, Lenin Moreno denuncia que Rafael Correa había dejado una cámara oculta en el despacho presidencial que monitoreaba desde su móvil sin haberle informado.
Rafael Correa le responde que “si el presidente Moreno prueba aquello, que me vaya a la cárcel, Si no, que renuncie, ni siquiera por malo, sino por ridículo. ¡Qué vergüenza!
En el segundo round su sucesor al trono del Rey y electo presidente convoca una consulta popular para revertir la reelección indefinida.
¡Y se armó la de Troya!
Rafael Correa regresa de su “retiro” en Bélgica para rescatar su partido de la traición de su delfín. Dice Correa que “el gobierno ya no es nuestro gobierno. El 24 de mayo comenzó una contra revolución y se apartó de nuestros principios políticos.  Es importante que la organización política se recomponga, se reestructure y decida quienes deben ser separados la filas de Alianza País”. Califica la consulta propuesta por Lenin de un golpe de Estado.
Y por supuesto, el grupo de apoyo a Rafael Correa destituye a Lenin Morreno como presidente de Alianza País. El Tribunal Contencioso Electoral de Ecuador se pronunció a favor de la directiva de Lenin Moreno
En respuesta a esa decisión, Correa abandona el partido, anuncia  una nueva formación partidaria y  dedicarse a una campaña contra el referendo convocado por Moreno.
Dice Moreno, “no estoy de acuerdo con las reelecciones. A veces ni siquiera una sola. Una reelección indefinida ya se convierte en una dictadura disfrazada de democracia. El círculo del mandatario le crea un halo de que está predestinado, que es casi un enviado de Dios”.
El tercer round llega a Londres.
Dice Moreno que Julian Assange, refugiado desde el 2012 en la embajada de Ecuador en Londres, le causa más de una molestia a su gobierno por lo que busca concretar una mediación para resolver el problema.
Por supuesto, la respuesta de Correa no podía faltar y dice que “teme que el gobierno de Moreno retire el asilo a Assange por presiones de Estados Unidos. “Creo que es cuestión de  tiempo que este gobierno que ha traicionado todos los ideales, le quite el respaldo”.
¿Y no se suponía que Correa se retiraba con su esposa belga a Bélgica?
v.yanguela@codetel.net.do



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