Violeta
Yangüela
Los
datos publicados por el Instituto
Brasileño de Geografía y Estadísticas (IBGE)
del estudio Síntesis de Indicadores Sociales 2017 indican que el 25% de
la población (52 millones) de Brasil
vive por debajo de la línea de la pobreza y el 6.5% (13.4 millones) está en situación de
indigencia.
En
el 2015 el Banco Mundial presentaba un informe en el que afirmaba la reducción de
la pobreza en Brasil fruto del crecimiento económico y las políticas gubernamentales
para la erradicación de la pobreza como la Bolsa Familia. Para el Banco Mundial
Bolsa Familia representó un 60% de la reducción en el número de personas que vivían
en la pobreza extrema.
Para
el programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) la reducción de la
pobreza responde a los programas gubernamentales de “transferencia de renta”
iniciados por Luis Inacio Lula da Silva.
La
Organización de la Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) señaló
Bolsa Familia como una principal
estrategia que resultó en la supresión del hambre retirando a Brasil del mapa
del hambre mundial.
Con
los altos precios de las materias primas y de los recursos petroleros, al
llegar al poder en las elecciones del 2002, Luis Inacio Lula da Silva crea el
programa Bolsa Familia de asistencia social con la transferencia de ingresos
como ayuda financiera a las familias pobres del país.
En
sus comienzos 16.5 millones de personas se beneficiaron de esa transferencia y
10 años después, 55 millones de brasileños la recibían. De acuerdo a los que llevan
las cuentas, en el 2004 la pobreza en Brasil era del 24.95% y en el 2013 se
redujo a 8.54%.
Por
supuesto, Luis Inacio Lula da Silva es reelegido en el 2006 para un segundo período.
En
la actualidad el ex presidente de Brasil ha sido condenado por corrupción. Para
Dilma Rousseff, su heredera política “la
sentencia contra Lula es la tercera fase del golpe parlamentario y mediático”.
Dilma
se acompaña de Nicolás Maduro, Rafael Correa, Evo Morales y Cristina Fernández
en la defensa de Lula que califican la condena como una “injusticia e infamia”. Dice el ex presidente del gobierno español
Felipe González que “la ausencia de Lula en las próximas elecciones de Brasil
es un problema de gran entidad y trascendencia para el sistema democrático”.
Ante
su condena dice Lula da Silva “Yo no soy un ser humano mas. Yo soy una idea. Y
las ideas no se encierran”.
¿La
idea de Bolsa Familia?
¿La
reducción de la pobreza y los pobres siguen siendo pobres?
v.yanguela@codetel.net.do
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