Violeta Yangüela
Como diría Juan Bosch, la primera Constitución dominicana
“duró menos que una cucaracha en un gallinero”
El señor Santana, de nombre Pedro que se queda con el poder después de
la “separación” de Haití la cambió dos veces en 1854. Pedrito dio tanta carpeta para que le
cambiaran la Constitución que le dijo al Congreso, “me cambian el artículo ese y
me dan plenos poderes o renuncio”. Ante
tal amenaza, a los congresistas no les quedó más remedio que crear el Artículo
210. En 1858 otro cambio, pero pocos
meses después se decidió que la válida era
la del 1854. En el l866 se decide volver a la del l858 y dos años más tarde, en
l868, de nuevo la del 1854. ¡¡ Qué relajo!!
En 1874, ni la una ni la otra, mejor una nueva.
Pero evidentemente que la chercha constitucional había que seguirla y de nuevo
en 1875, l876, l877, l878, l879, y l880. A partir del l880 habría que empezar
de nuevo a contar.
Con la del 1908 y 1924 el chisme que se armó
fue de padre y señor mío. En 1924 con la salida de los americanos y la recuperación de la soberanía, se inaugura la
Tercera República, por tanto una Constitución y unas elecciones para elegir un
nuevo gobierno. Pero, el pelo del sancocho no podía faltar, las elecciones se
celebraron en marzo del 1924 y la Asamblea Revisora de la Constitución, cuyos
delegados habían sido escogidos en esos escrutinios, se reunió el 3 de junio de
ese mismo año. Con el trabajo intenso de
diez días, crearon una nueva Ley Sustantiva aprobando entre otras cosas, el
cargo de vicepresidente, limitación del período presidencial a cuatro años y la
eliminación de la reelección. La Asamblea Revisora se reunió en junio y lo que
se crea en junio ya se había hecho en marzo. Por tanto, después de sentarse en
la silla de alfileres y en los curules del Congreso, a alguien se le ocurrió
que los cargos para los que habían sido electos eran por seis años y no por
cuatro porque al momento de la elección la Constitución vigente era la del 1908
que estipulaba un período de seis años. El otro asunto engorroso implicaba la elección
del vice. Electo en marzo y en la del 1908 el cargo no existía. En la del 1924 el vice tenía que ser electo
junto al presidente. ¡Qué lío!
Para resolver el asunto en seis días una nueva
Constitución fue creada. Al séptimo descansaron, pero no por mucho tiempo. En 1927 con el trabajo arduo de los
congresistas se escribe una nueva Ley Sustantiva.
Y la cuenta sigue. La de Trujillo, la de Balaguer, la de Bosch,
la del PRD, la del PLD. Con los resultados de las elecciones del 1994 se armó
una jaladera descomunal. Reunión aquí y reunión allá, el Cardenal, Monseñor, la
Embajada, el PNUD, el BID la OEA la PCMM el Departamento de Estado y con un espectáculo en el Palacio Nacional con la presencia de empresarios, periodistas,
sacerdotes, partidos políticos, representantes de la sociedad civil se parió la
democracia. Le llamaron el Pacto de la Democracia. Una nueva Constitución en
tres días para que el Presidente Eterno, Joaquín Balaguer, sólo se quedara por
dos años de los cuatro y los demás que
fueron electos en el mismo “tollo” por
los cuatro años.
Por cierto, ese mismo presidente solía decir
que la Constitución es un pedazo de papel.
El 6 de noviembre es día feriado, ahora
trasferido. Es el día de la Constitución.
¿Cuál?
v.yanguela@codetel.net.do
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