lunes, 5 de noviembre de 2018

EL PAPELITO


Violeta Yangüela
Como diría Juan Bosch, la primera Constitución dominicana “duró menos que una cucaracha en un gallinero”  El señor Santana, de nombre Pedro que se queda con el poder después de la “separación” de Haití la cambió dos veces en 1854.  Pedrito dio tanta carpeta para que le cambiaran la Constitución que le dijo al Congreso, “me cambian el artículo ese y me dan plenos poderes o renuncio”.  Ante tal amenaza, a los congresistas no les quedó más remedio que crear el Artículo 210.  En 1858 otro cambio, pero pocos meses después se decidió que la  válida era la del 1854. En el l866 se decide volver a la del l858 y dos años más tarde, en l868, de nuevo la del 1854. ¡¡ Qué relajo!!   
En 1874, ni la una ni la otra, mejor una nueva. Pero evidentemente que la chercha           constitucional había que seguirla y de nuevo en 1875, l876, l877, l878, l879, y l880. A partir del l880 habría que empezar de nuevo a contar.
Con la del 1908 y 1924 el chisme que se armó fue de padre y señor mío. En 1924 con la salida  de los americanos y la  recuperación de la soberanía, se inaugura la Tercera República, por tanto una Constitución y unas elecciones para elegir un nuevo gobierno. Pero, el pelo del sancocho no podía faltar, las elecciones se celebraron en marzo del 1924 y la Asamblea Revisora de la Constitución, cuyos delegados habían sido escogidos en esos escrutinios, se reunió el 3 de junio de ese mismo año.  Con el trabajo intenso de diez días, crearon una nueva Ley Sustantiva aprobando entre otras cosas, el cargo de vicepresidente, limitación del período presidencial a cuatro años y la eliminación de la reelección. La Asamblea Revisora se reunió en junio y lo que se crea en junio ya se había hecho en marzo. Por tanto, después de sentarse en la silla de alfileres y en los curules del Congreso, a alguien se le ocurrió que los cargos para los que habían sido electos eran por seis años y no por cuatro porque al momento de la elección la Constitución vigente era la del 1908 que estipulaba un período de seis años. El otro asunto engorroso implicaba la elección del vice. Electo en marzo y en la del 1908 el cargo no existía.  En la del 1924 el vice tenía que ser electo junto al presidente. ¡Qué lío!
Para resolver el asunto en seis días una nueva Constitución fue creada. Al séptimo descansaron, pero no por mucho tiempo.  En 1927 con el trabajo arduo de los congresistas se escribe una nueva Ley Sustantiva.
Y la cuenta sigue.  La de Trujillo, la de Balaguer, la de Bosch, la del PRD, la del PLD. Con los resultados de las elecciones del 1994 se armó una jaladera descomunal. Reunión aquí y reunión allá, el Cardenal, Monseñor, la Embajada, el PNUD, el BID la OEA la PCMM el Departamento de Estado y con  un espectáculo en el Palacio Nacional  con la presencia de empresarios, periodistas, sacerdotes, partidos políticos, representantes de la sociedad civil se parió la democracia. Le llamaron el Pacto de la Democracia. Una nueva Constitución en tres días para que el Presidente Eterno, Joaquín Balaguer, sólo se quedara por dos años de los cuatro  y los demás que fueron electos en el mismo “tollo”  por los  cuatro años.
Por cierto, ese mismo presidente solía decir que la Constitución es un pedazo de papel.
El 6 de noviembre es día feriado, ahora trasferido.  Es el día de la Constitución. ¿Cuál?
v.yanguela@codetel.net.do

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