domingo, 19 de febrero de 2012

RAZONES


Violeta Yangüela


El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo celebró en 1995 la Conferencia de Desarrollo Social en la se tomaron tres decisiones concernientes al problema de la pobreza. La primera consistió en que cada país determinara la incidencia de la pobreza, la segunda en establecer objetivos para reducirla o eliminarla y la tercera introducir planes para combatirla.


Para algunos pensadores, la razón por la cual algunos países logran el desarrollo económico es la homogeneidad cultural, poniendo como ejemplo el caso Japón, teoría que ahí termina. Para otros, es la disciplina, el trabajo y el ahorro interno. Éste ahorro interno permite una inversión sin deuda y a la vez una preeminencia de la educación (una inversión a largo plazo) como base social y económica del desarrollo.


Ésta teoría se corresponde con los países del Sudeste asiático con la salvedad de que para el logro del desarrollo han tenido una fuerte dosis de autoritarismo en su sistema político, es decir, una democracia restringida. Esto último ha traído como consecuencia el debate de la posibilidad o no del desarrollo dentro del sistema democrático.


Para otros, los países que han perdido su soberanía como consecuencia de la pérdida de la guerra, al recuperarla, encuentran la motivación adecuada para su reconstrucción a través de un sentimiento de unidad nacional: la Patria.


Más tarde el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo aportó una nueva visión al problema de las razones por las cuales algunos países se mantienen pobres o peor aún, se siguen empobreciendo.


Con esta nueva visión, el PNUD establece que la mayor parte de la culpa se debe a los “malos gobiernos”. Para el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, el “buen gobierno” es la prioridad en la lucha contra la pobreza y agrega que el crecimiento es uno de los factores más importantes en la reducción de la pobreza. O sea, el “buen gobierno” es fundamental para enfrentar la pobreza.


La otra parte se refiere a la democracia al concluir que no necesariamente un sistema democrático con elecciones libres y transparentes (como se dice ahora) es una garantía contra la pobreza.


Dice el pensador Guy Sorman que en los últimos 20 años 800 millones de pobres han salido de la pobreza a consecuencia del sistema capitalista, que él entiende debería más bien llamarse economía libre y agrega que no hay crecimiento sin Estado pero los Estados por sí mismos son capaces de destrozar el crecimiento.


En estos tiempos de indignación global, parecería que Naciones Unidas tendrá que realizar una Conferencia mundial para analizar el fenómeno de protestas globales, no precisamente para el tema de los pobres del mundo mundial, sino de los ciudadanos de los países desarrollados que al parecer entienden que el sistema capitalista o de mercado no es la respuesta al bienestar y es el culpable de la crisis que permea el sistema financiero y a los gobiernos nacionales.


v.yanguela@codetel.net.do


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