lunes, 27 de febrero de 2012

DE HIPÓLITO Y EL PRD A CRISTINA

Violeta Yangüela
En el año 2003 y a consecuencia del incremento de la tasa cambiaria, el entonces presidente de la República Dominicana, Hipólito Mejía, convocó una reunión en el Palacio Nacional a los ejecutivos de la intermediación del mercado cambiario y a los generadores de divisas en la cual les ordenó que el dólar fuese vendido a una tasa que no superara  40 pesos por dólar.

Para hacer cumplir esa orden se les comunicó el nombramiento de  una comisión integrada por el secretario de las Fuerzas Armadas, teniente general José Miguel Soto Jiménez, mayor general Pedro de Jesús Candelier, mayor general Rafael Guerrero Peralta y el  Director de Impuestos Internos, Teófilo Tabar, que se encargaría  de coordinar las “visitas” a las agencias de cambio y bancos comerciales para asegurar y comprobar que los precios de compra y venta del dólar se ajustaran  al mandato presidencial. Ese mandato establecía que la tasa cambiaria debía bajar un punto por día hasta llegar a la meta de 30 pesos por dólar.

El presidente de la Comisión, el ex secretario de las Fuerzas Armadas teniente general José Miguel Soto Jiménez, informó en esa ocasión que los operativos continuarían para mantener la estabilidad en la prima del dólar y al mismo tiempo explicó que los resultados del  operativo realizado en casas de cambio al este de Santo Domingo fueron “óptimos”.

El “task force” que realizó la “redada económica” estuvo integrado por miembros de las Fuerzas Armadas, la Controlaría General de las Fuerzas Armadas, la Superintendencia de Bancos y la Dirección General de Impuestos Internos.

Por supuesto las consecuencias se hicieron sentir en  alta inflación, merma de las reservas, devaluación y fuga de capitales.

En referencia a las medidas tomadas en el gobierno del Partido Revolucionario Dominicano y presidido por Salvador Jorge Blanco (1982-1986) Frank Moya Pons, en su libro Manual de Historia Dominicana dice: “en su determinación de reducir la tasa de cambio frente al dólar norteamericano para alcanzar la paridad monetaria perdida desde hacía largo tiempo, los funcionarios y asesores económicos del gobierno sugirieron a Jorge Blanco que enviara la policía y tropas armadas a cerrar las casas de cambio para que la gente solamente pudiera comprar y vender dólares en los bancos comerciales.  Jorge Blanco así lo hizo, pero el resultado inmediato fue un extraordinario desorden financiero, una vertiginosa fuga de capitales y una ola especulativa que devaluó el peso en más de un 100 por ciento”.

Actualmente en Argentina la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) es la encargada de realizar los operativos para controlar la tasa de cambio. La diferencia con las medidas tomadas en la República Dominicana es la ausencia de las Fuerzas Armadas que han sido sustituidas por perros de inspección en busca de los billetes verdes. Las Fuerzas Armadas parecería que la guardan para las Malvinas.

Las nuevas medidas económicas implican el bloqueo a las importaciones  que alcanzan todos los ámbitos de la economía comenzando por la compra de divisas. Economistas del sector privado  calculan  una inflación real en torno al 30 por ciento y el Banco Central insiste en un 10%.  Los gremios exigen subidas de más de un 25% y sin saldar la deuda con el Club de París el crédito internacional está cerrado por lo que el Banco Central hace malabares para mantener las reservas. Según datos del Banco Central de Argentina, la salida de capitales ascendió a 21.504 millones de dólares en 2011, un 88 por ciento más que en 2010. Según las informaciones económicas, desde la presidencia de Cristina, la fuga supera los 70.000 millones de dólares.

Dice Raúl Ochoa, ex secretario de Estado de Energía y Asesor del Círculo de Legisladores Nacionales que “en Argentina no hay Gabinete, hay un reinado”.

También dicen que el que no conoce la historia, la repite como comedia.

v.yanguela@codetel.net.do
Publicado 27 de febrero del 2012

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