lunes, 9 de julio de 2012

CARTA A YVELISSE

He leído tu artículo publicado recientemente en el Listín Diario con el título Mi amado PRD.  Permíteme agradecértelo, pero también permíteme explicar el agradecimiento.
Se podría decir que soy de la generación del PRD.   Mi infancia y adolescencia la crecí en un hogar anti trujillista y por supuesto más luego anti balaguerista y como consecuencia, aunque no como pertenencia partidaria sí con mi apoyo al PRD. En el año 1981 llega al país la firma de encuestas Penn and Schoen de la mano de Bernardo Vega para realizar encuestas a la candidatura del aspirante presidencial del PRD, Salvador Jorge Blanco y comienzan a realizarse las encuestas que conocemos hoy.
Fui contratada para dirigir todo el trabajo de campo de dichas encuestas comenzando por la encuesta interna del PRD para la elección del candidato presidencial a las elecciones de 1982.  Después de la elección de Salvador Jorge Blanco como candidato del PRD a las presidenciales, se realizaron cinco, una cada mes, encuestas preelectorales en las que se pronosticaba el triunfo del PRD.  Así ocurrió.
Durante el cuadrienio 1982-1986 la firma realizaba una encuesta aproximadamente cada dos meses hasta llegar a la convención partidaria del Dominican Fiesta.  Hasta ahí llegó mi participación con la firma.  La encuesta realizada pronosticaba el triunfo de Jacobo Majluta.  Supongo que los resultados no son necesarios narrarlos, son parte de la historia del PRD.
A partir de 1989 formo parte del PRI, fundado por Jacobo Majluta producto de la división interna del PRD entre Peña Gómez y Majluta. También eso es historia del PRD. En esa oportunidad fungía como encargada de comunicación del PRI y en esa función realizaba el programa de televisión institucional del PRI junto a mi amigo Tony Raful.
A partir de la enfermedad terminal de mi esposo abandono el PRI por razones obvias. La muerte de Jacobo ocurriría días antes de la muerte de mi esposo.
Creo que esta explicación es válida porque durante todo ese tiempo transcurrido he tratado de explicarme la razón de la sin razón de las conductas y acciones políticas del PRD hasta que he leído tu artículo. Y como demócrata entiendo, creo y espero contar con un sistema de partidos políticos capaces de competir por el voto a favor o en contra de los candidatos.
Dices: “Porque uso el verbo amar, y proclamo sin rubores que amo al PRD, alguno me ha calificado de cursi. Respondo junto a Karl Young y a Leonardo Boff, he roto la coraza ortopédica del filósofo griego y en lugar de afirmar “pienso luego existo”, elegí convencida, “siento luego existo”, que reconoce que la humanización plena se logra solo desde los sentimientos”.
Yvelisse, sin absolutamente ninguna pretensión de convertirme en filósofa, creo que la humanización de nosotros los humanos es precisamente que a diferencia del otro reino animal y a pesar de nuestras similitudes genéticas con los chimpancés, tenemos la capacidad de pensar, de usar un sofisticado sistema de símbolos y al final expresar a través de unas cuerdas vocales lo que pensamos.  Dice un  ilósofo que la pasión sostiene el fondo del mundo pero es la razón la que  pinta el techo.
Con tu afirmación de que “siento, luego existo”, ¡al fin he podido  comprender la razón  de la sin razón del PRD!
El PRD no piensa, el PRD, siente. Diría el filósofo que le hace falta la pintura del techo.
Con las gracias y mis sentimientos de afectos  por aclararme, te saluda,
Violeta

No hay comentarios:

Publicar un comentario