Violeta
Yangüela
La
Constitución de Bolivia promulgada por Evo Morales en el 2009 define el Estado
como Estado Plurinacional y en ese contexto en el 2010 se promulgó la Ley de
Deslinde Jurisdiccional que define el límite entre la justicia comunitaria y la
ordinaria.
En
uno de sus artículos establece que es la potestad que tienen las
naciones y pueblos indígena
originario campesinos (sic) de administrar justicia de acuerdo a su
sistema de justicia propio y se ejerce por medio de sus autoridades en el marco
de lo establecido en la Constitución Política del Estado. En otro de sus artículos determina que la jurisdicción
ordinaria
y la jurisdicción indígena originaria campesina gozarán de la misma jerarquía a
pesar de que los delitos de violación,
homicidio y asesinato serán remitidos a la jurisdicción ordinaria.
Por
supuesto, su última disposición es que se traducirá y difundirá en todos los
idiomas de las naciones y pueblos
indígena originario campesinos.(sic) Es que también dentro del contexto
Plurinacional son oficiales los 36 idiomas (con el español suman 37) de las
naciones y pueblos indígena originario campesinos.(sic) En palabras del jefe de la
Unidad de Política Intracultural, Intercultural y Plurilingüismo del Ministerio
de Educación, (¡!tremendo titulo!!) el Estado Plurinacional toma como su esencia principal a la
pluralidad de los 36 pueblos indígena originario. ¿Cómo se dirá internet en esos 36 idiomas?
Como
resultado de la ley de Deslinde, una comunidad andina ha decidido aplicar su
sistema de justicia comunitaria y para ejercerla se ha creado un tribunal
formado por tres mujeres y tres hombres aimaras. ¿Paridad? En esa justicia se castiga con la amputación de manos a ladrones reincidentes por tercera vez (menos
mal, el Código de Hammurabi de 1760 A.C. no esperaba tres veces) y la
castración química a los violadores si son sorprendidos en el crimen. Si por
casualidad los médicos “tradicionales” rechazan la cirugía, se apelará a los
cirujanos indígenas. Evidentemente una
vuelta al pasado.
Parecería
que los originarios tienen algo en común con los “tradicionales”, roban y
violan. Por casualidad, ¿no será un asunto de condición humana?
En
asuntos internacionales, Don Evo no nombra originarios. Para eso nada mejor que
un actor de Hollywood y Sean Penn ha sido el elegido. Además de jugar al futbol con Don Evo, ha
sido nombrado embajador ante el mundo de
las causas nobles. Sin lugar a
dudas, los títulos son importantes.
Las
causas nobles son tres. La primera se
refiere a la disputa territorial con Chile. Se le pide al actor que lleve a las instancias internacionales la "centenaria
reivindicación" de Bolivia a Chile para recuperar su
salida soberana al océano Pacífico. La segunda es la despenalización de la hoja
de coca. Don Evo es Cocalero. Y la tercera es para hacer gestiones diplomáticas ante Estados
Unidos para conseguir la extradición del
ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada para responder por la represión ante
las protestas del 2003 contra los contratos para la explotación de gas en
Tarija. Don Evo es uno de los fundadores del Movimiento al Socialismo (MAS) que
encabezara las protestas del 2003.
Otra vuelta al
pasado. Parecería que Evo Morales no ha llegado al Siglo XXI y lo acompañan las naciones y pueblos indígena originario
campesinos. (sic)
v.yanguela@codetel.net.do
Publicado
12 de diciembre 2012
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