miércoles, 2 de mayo de 2012


ANOMIA
Violeta Yangüela

Según cuentan fue definido en términos sociales por Emile Durkhein y parecería que algunos científicos sociales han recurrido a Durkhein para intentar explicar los acontecimientos actuales.
La crisis económica global, huelgas, movimientos sociales y políticos, los “indignados” las revueltas árabes, los disturbios y saqueos en Londres y la quema de vehículos en Paris  parecerían indicar el escenario para definirlo como Anomia.

Dicen los expertos que se produce cuando se rompe la estructura que mantiene más o menos cohesionados a los miembros de una comunidad y los valores vigentes dejan de funcionar y los nuevos aún no se establecen. El resquebrajamiento del entramado social.
Las palabras del cantante español Joaquín Sabina en su apoyo a la reciente huelga en España lo explica: “la huelga me parece no solo legítima sino absolutamente necesaria porque no se qué  carajo está  pasando en   Europa, pero conquistas que han costado un siglo de sangre, de lágrimas, de sudor y de trabajo  están a punto de desaparecer en manos de esos malditos del libre mercado y de los ajustes”.  Le acompaña Juan Manuel Serrat  para defender “derechos y libertades”.

 Sabina no sabe “qué carajo está pasando”  pero al parecer si sabe que los culpables son los “malditos del libre mercado y los ajustes”.
¿Se resquebraja el Estado de Bienestar europeo?

¿Libre mercado, capitalismo versus bienestar social, derechos y libertades?
Para el filosofo polaco Zygmunt Bauman los valores han dejado de ser sólidos, (seguridad, valores)  para ser líquidos, (cambio, incertidumbre, relatividad de valores)  y las estructuras sociales ya no perduran lo suficiente.  Los sólidos conservan su forma, duran. Los líquidos se transforman, fluyen. Para explicar esos acontecimientos, dice el pensador que el 2011 se recordará como el año de la “movida”.  “Saben de dónde corren pero no saben hacia dónde corren,  lo que se necesita hacer y quién pueda hacerlo”.

Para otros el sistema capitalista o de libre mercado no es la respuesta al bienestar y es el culpable de la crisis global.
Para el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) la culpa es de los malos gobiernos.  El “buen gobierno” es la prioridad.  Un gobierno democrático, eficaz y una administración pública eficiente.

Parecería que se fundamenta en las palabras del pensador  Guy Sorman  al decir que “no hay crecimiento económico sin Estado pero los Estados por sí mismos son capaces de destrozar el crecimiento”.
Para algunos otros es un nuevo proceso de cambio.  El cambio que coloca las emociones, los afectos, la flexibilidad como eje de la conducta humana reflejado en las políticas públicas dirigidas no solo a promover las emociones sino a convertirlas en prioridad. Al decir de Anthony Giddens, la democratización de las emociones.

¿Anomia?

v.yanguela@codetel.net.do
30 de abril de 2012







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