lunes, 22 de octubre de 2012

DOS MÁS DOS CUATRO


 


8 de agosto de 2012

Violeta Yangüela

Dos más dos son cuatro,  por supuesto en matemáticas. No hay interpretación y sin ninguna discusión. Pero resulta que las sumas, las restas, las divisiones y las multiplicaciones de los acontecimientos sociales, económicos  y religiosos  se interpretan.  De ahí surgen las diferentes visiones de los opinantes. 

Para la mayoría de los que interpretan y analizan los acontecimientos, los atentados en Irak se producían por la presencia de los soldados del Imperio.

De acuerdo con las cifras de Fernando Reinares del  Real Instituto Elcano, sumando y contando en matemáticas, a partir de la retirada de los soldados de Estados Unidos en los primeros seis meses del año 2012 se han producido 27 atentados  suicidas.  En los seis meses  previos a la retirada de las tropas norteamericanas, se produjeron 28 atentados.  Las víctimas fueron 205, 34 al mes y en los seis meses posteriores a la retirada  son 343, 57 cada mes.

Y aquí llega la otra interpretación y los análisis.

Para algunos, sin la presencia de los soldados norteamericanos, los atentados son una  consecuencia de la ¿guerra civil? en Siria, para otros es el eterno conflicto entre los musulmanes divididos en las diferentes variables del Islam en la lucha por el poder  central de la comunidad islámica.  La Umma. Un conflicto que comienza por la lucha del poder a la muerte del Profeta.

Dice Reinares “la inmensa mayoría de los civiles iraquíes abatidos en actos suicidas de terrorismo se encontraban adheridos al chiismo, la confesión islámica dominante en su país. Eso permite entender por qué dichos atentados ocurrieron por lo común en lugares donde, bien sea por razones de culto o de residencia, tiende a congregarse la población iraquí de esa orientación religiosa”.

Parecería ser que en la interpretación de los atentados como consecuencia del conflicto entre musulmanes, las matemáticas religiosas triunfan. Los chiitas con sus duodécimos, séptimos, alauitas, drusos, fatimíes, su Hamas y su Hezbolá.  Los sunitas con sus wahabíes,  salafistas y su Al Qaeda.

La Arabia Saudita de propiedad sunita, su petróleo, su monarquía, y su Kaaba., el símbolo del Islam. A su lado Irán con sus chiitas, su proyecto nuclear, sus Ayatolas y su Ahmadinejad que en un discurso pronunciado en Naciones Unidas dice una oración: “Oh poderoso Alá, te rezo para acelerar el surgimiento de tu última encarnación, ese ser humano puro y perfecto el que llenará de justicia y paz este mundo”. 

Se refería al Imán Al Mahdi, el Imán Oculto, el Duodécimo Imán que vendrá en los días finales y forzará a los cristianos a convertirse para crear un mundo de un gobierno islámico, y  por supuesto, dirigido por los seguidores de la rama chiita y duodécima del Islam.   O sea que el poder unificado del Islam, el antiguo Califato,  no solo se concreta en los países islámicos sino que alcanzará la faz del mundo mundial. Es el deseo de Al Madhi y Ahmadinejad solo cumple sus mandatos.

En la suma de las variables del islamismo, habría que agregar a los Hermanos Musulmanes que hacen su entrada triunfal en el gobierno de Egipto.

¡Qué Dios y Alá nos agarren confesados!


 

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